El 24 de febrero se cumplió un año que Rusia inició una guerra contra Ucrania. Una potencia mundial contra un país de 42 millones de habitantes, de los cuales 8 millones se refugiaron en Europa, pero los que se quedaron tienen  un amor patriótico, inmenso que han hecho respetar su soberanía territorial. 

El propósito principal de todo imperio es anexarse  otros países para hacer más fuertes; en el caso de Rusia hay, además  otros intereses: tener un salida territorial de su gas y petróleo por Kiev, al Norte, y por el Mar Negro de Mariupol y por el mar Azav, al Sur, para venderle gas a China. Hubo una pausa en la guerra para permitir que Ucrania sacara  22 millones de toneladas de trigo.

La disputa de gas entre Rusia y Ucrania comenzó  enero de 2006, cuando Rusia atacó a  unos barcos ucraniano que resguardaban sus costas; nuevamente Rusia atacó a Ucrania el 24 de febrero de este mismo año debido a que  quiere  cambiar las tarifas del gas natural que vende a Ucrania; ésta declaró  su anexión política a la OTAN, el bloque europeo que defiende la integridad de sus miembros, y dejó de lado al bloque ruso; Rusia busca venderle gas y petróleo a China para suplir la energía de  seis millones de empresas chinas.   Todos pensamos que era una táctica económica de Rusia y que terminaría en pocos meses, pero la resistencia ucraniana, comandada por un soldado humilde, Volodimir Zelinsky que ha recibido apoyo de los países miembros de la OTAN.

Ucrania es uno de los mayores productores de granos y fertilizantes, de los cuales Rusia pretende apoderarse.

Ucrania, además, recibe apoyo de  Australia, Japón, Letonia, Eslovenia, las cuales han fijado nuevas sanciones económicas a Rusia que  se metió en un callejón sin salida, por eso no puede retroceder,  retirarse de territorio ucraniano  sería la mayor humillación que sufriría una potencia mundial de manos de un país pequeño.   En un año del conflicto se han producido lanzamientos de  cinco mil misiles rusos , tres mil quinientos ataques aéreos, 180 mil soldados rusos muertos más 150 mil  ucranianos, y acusaciones de 71 mil ucraniano asesinados con tiros de gracia, 440 mil asesinatos de civiles(72 mujeres 54 hombres y 6 menores), violaciones sexuales, según cifras de la ONU.   

EE.UU. ha desembolsado 32 mil millones de dólares de apoyo. Ambos países pierden 188 mil millones. Tras este inventario fatídico, Rusia y los países miembros de la OTAN, apelan a  otra guerra , la verbal, las partes, como perros rabiosos que no muerden, se muestran los dientes y   expresan que si Rusia invade a Ucrania, la OTAN la defenderá. A lo que responde Rusia anulando el tratado de control de armas nucleares que había firmado con EE.UU. Mensaje que se traduce en “apelaremos a nuestras armas nucleares”.

Esta guerra, como todas, ha creado un impacto negativo en los países en conflicto, en Europa y en  todos los continentes. Aumentaron los precios del gas y del petróleo, las monedas pierden valor y los que estamos lejos de la guerra pagamos esos aumentos.  

Ucrania resiste por la democracia y su soberanía.

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