“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: Miren que los envío como ovejas en medio de lobos: sean, pues, precavidos como la serpiente, pero sencillos como la paloma. ¡Cuídense de los hombres! A ustedes los arrastrarán ante sus consejos, y los azotarán en sus sinagogas. Ustedes incluso serán llevados ante gobernantes y reyes por causa mía, y tendrán que dar testimonio ante ellos y los pueblos paganos. Cuando sean arrestados, no se preocupen por lo que van a decir, ni cómo han de hablar. Llegado ese momento, se les comunicará lo que tengan que decir. Pues no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el que hablará en ustedes. Un hermano denunciará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos se sublevarán contra sus padres y los matarán. Ustedes serán odiados por todos por causa mía, pero el que se mantenga firme hasta el fin, ése se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. En verdad les digo: no terminarán de recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre”.
Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela
La Iglesia universal celebra hoy la fiesta entre otros santos, en honor a San Camilo de Lelis. Quien Nació en Abruzos, Italia, en 1550. Siguió la carrera militar, igual que su padre. Le apareció una llaga en un pie, que lo hizo dejar la carrera de las armas e irse al Hospital de Santiago en Roma para que lo curaran. En el hospital de Roma se dedicó a ayudar y atender a otros enfermos, mientras buscaba su propia curación. Aunque tuvo que soportar durante 36 años la llaga de su pie, nadie lo veía triste o malhumorado. Con sus mejores colaboradores fundó la Comunidad Siervos de los Enfermos el 8 de diciembre de 1591. Ahora se llaman Padres Camilos. Murió el 14 de julio de 1614, a los 64 años.
En la liturgia del día meditamos los textos: Gen 46,1-7.28-30; Sal 36 y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO según San Mateo, capítulo 10, del verso 16 al verso 23. En el que, JESÚS le habla sin rodeos y sin medias tintas a todos aquellos que decidan ser sus discípulos, a los cuales les señala las adversidades y conflictos que tendrán que asumir al enfrentarse con los malvados de este mundo. Porque no se trata de volverse violentos como ellos para combatirlos, si no dar Testimonio de Fe, con la sencillez y con el AMOR, de que la Justicia Divina está por encima de las injusticias de este mundo.
Y es que, JESÚS no esconde a nadie ni minimiza la suerte que amenaza el destino que libremente asume quien decide seguirlo. La comparación que utiliza es durísima: “Como ovejas entre lobos”. Y es que, “Lobos” son todos aquellos que, sin asomo de escrúpulo, persiguen, maltratan, amenazan o hacen desaparecer a los portadores de la Buena Noticia del AMOR. No importa si los “lobos” son los poseedores del poder en este mundo, los gobernantes, los adversarios declarados o, incluso, la propia familia. El ambiente que vaticina es, pues, de gran tensión, lo que puede generar la pérdida de confianza y autocontrol si no se asume con una actitud serena y una inquebrantable Fe, en el futuro.
Al confrontarnos con el texto, vemos que JESÚS le habla con mucha claridad a sus seguidores de todos los tiempos y nos dice que, al asumir nuestra condición de discípulo, correremos muchos riesgos. Ya que, todos aquellos que andan por malos caminos, explotando, robando y excluyendo a sus semejantes, al saberse amenazados por la novedad del Evangelio, reaccionan con diversas formas de violencia, tanto de frente como velada. Buscando por diversas vías acallar las voces incómodas que los acusan y que exponen ante la sociedad sus malos procederes.
Y es que, lamentablemente la violencia practicada contra aquellos que, siguen el camino de JESÚS, en su ejemplo de Anunciar la Verdad y la Liberación a los oprimidos y excluidos, es un hecho que se ha vivido desde las primeras comunidades cristiana, hasta nuestro tiempo. Por eso es que, el seguimiento, tal como lo señala JESÚS puede llevar a las diversas dificultades, pero tenemos la confianza absoluta de que con la Alegría y la Fortaleza de estar en la comunión con DIOS podemos superar todas las dificultades. Porque quien Vive a Plenitud el Mandamiento del AMOR y de Servicio hacia nuestros semejantes, Permanece en DIOS y DIOS permanece en él.
Por eso es importante atender a las enseñanzas del Evangelio, ya que Su propuesta se orienta con una directriz bien práctica. “Ser sencillos como palomas y sagaces como serpientes” (Mt 10,16). De allí que hoy sea un buen día para repasar nuestra vida, contemplando las pequeñas o grandes cicatrices que la Misión ha ido dejando tatuadas en nuestra alma. Y a la luz de este Evangelio, dejarnos consolar y aprender del pasado los criterios de actuación para el futuro que nos recuerda el Maestro, que nos ama a pesar de nuestros errores y omisiones.
Señor JESÚS, ayúdanos a aumentar nuestra confianza en el Espíritu Santo, para ser más creativos, audaces y proféticos en la Misión que nos has encomendado a cada uno de nosotros.
Amén
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