Madrid.- El precio del oro se ha recuperado esta semana un 4 %, hasta 1.835 dólares por onza, después de tocar el lunes su nivel más bajo desde el récord del pasado 7 de agosto, una caída que se aceleró en noviembre por los avances en las vacunas contra la covid-19, que impulsaron a los inversores hacia la renta variable.

Los analistas consultados por EFE consideran improbable que en 2021 se repitan las intensas variaciones de precios que ha sufrido el metal dorado este año.

En marzo, tras estallar la epidemia de coronavirus en Europa, el precio del oro bajó a pesar de ser un activo refugio, ya que en los momentos de mayor incertidumbre los inversores buscaron sobre todo liquidez.

Sin embargo, el precio subió alrededor del 40 % entre el 20 de marzo, fecha en la que marcó un mínimo anual de 1.471 dólares por onza, y el 7 de agosto, cuando alcanzó su récord histórico de 2.075,47 dólares.

Para Luis Fernando Utrera, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), el oro cumplió en esos meses con su papel tradicional de activo refugio.

Sara Carbonell, analista de CMC, coincide con esa tesis y añade que otro de los factores clave en la revalorización fue «el cierre de fábricas de lingotes de oro, que provocó la disminución de la oferta».

A partir de ese récord, el oro inicio una senda descendente que se agudizó en noviembre con el desarrollo de las vacunas. El metal dorado llegó a caer hasta los 1.764,8 dólares el pasado lunes, el nivel más bajo desde el máximo de agosto.

Para Diego Morín, analista de IG, la llegada de la vacuna antes de final de año «ha desatado una presión vendedora en los futuros del oro».

En el mismo sentido se expresa Utrera, quien sostiene que la aparición de las vacunas «ha devuelto la confianza a las bolsas y ha provocado la venta del oro de una parte de los inversores».

Otra de las razones de este descenso ha sido la creciente pujanza de las criptomonedas como valores refugio. «Muchos inversores se han ido a las criptomonedas, un tipo de activo que está actuando como valor refugio y le está quitando mucho terreno al oro», subraya Carbonell.

Esta semana, el oro se ha recuperado debido a los movimientos especulativos de los grandes inversores ante los próximos movimientos de los bancos centrales, aunque el precio volvió a caer el viernes.

«La recuperación se debe a la especulación de los grandes inversores sobre los próximos movimientos que puedan realizar tanto el BCE como la Reserva Federal de EE.UU., por lo que el mercado del oro recibirá bastante entrada de capital ante el más que evidente desbordamiento de liquidez que realizarán los bancos centrales», subraya Morín.

Ignacio Cantos, de ATL Capital, cree que el oro «ha tenido una corrección técnica y lo lógico es que vuelva a tomar algo de fuerza, ya que es un activo interesante que puede ser usado tanto para sustituir a los bonos como para protegerse de la posible inflación».

En el futuro, se espera que el metal precioso vuelva a ganar fuerza. «Al oro no hay que perderlo de vista porque es una materia prima que actúa como activo refugio y que tiende a revalorizarse en situaciones complicadas», afirma Carbonell.

Morín se expresa en la misma linea y añade que, «si la incertidumbre sigue y la vacuna no es la solución para la recuperación económica, los precios del oro podrían recuperar niveles de 1.900 y 1.950 dólares».

 

EFE

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