El príncipe Harry, hijo menor del rey británico Carlos III y la fallecida Diana de Gales, ganó este viernes la demanda que había interpuesto contra el grupo Mirror, que publica varios tabloides, por el de su teléfono móvil para obtener exclusivas sobre su vida privada.
El Tribunal Superior de Londres dio la razón al duque de Sussex, de 39 años, en 15 de los 33 artículos periodísticos que Harry había dicho que habían sido elaborados a partir de información obtenida por medios ilegales entre 2003 y 2009.
Aunque se trató de una victoria parcial, ya que se le dio la razón a menos de la mitad de los artículos, el príncipe debe recibir una indemnización de 140.600 libras (163.096 euros), según dictaminó el juez Timothy Fancourt, de esa corte civil.
El duque —que vive en EEUU con su mujer, Meghan, y sus dos hijos— había iniciado un proceso legal contra el Mirror Group Newspapers (MGN)— que publica los rotativos «Sunday Mirror», «Daily Mirror» y Sunday People»—, al que acusó de haber utilizado prácticas dudosas como pinchar teléfonos con el fin de obtener información y vender periódicos.
El hijo del monarca había prestado declaración ante el tribunal el pasado junio, en lo que fue la primera vez en más de cien años que un miembro de la familia real lo hacía ante una corte.
Según el juez, los artículos «fueron resultado del pinchazo del teléfono o el producto de otra recopilación de información ilegal».
Aunque la compensación es modesta, refleja el daño experimentado por el príncipe por las acciones del Mirror, agregó.
«Observé que 15 de los 33 artículos juzgados fueron producto de la piratería de su teléfono móvil o de los teléfonos móviles de sus asociados, o el producto de otra recopilación ilegal de información. Creo que su teléfono fue pirateado solo de forma modesta y que probablemente controlado cuidadosamente por ciertas personas en cada periódico», indicó el juez al leer el fallo.
«Sin embargo, sucedió en ocasiones desde finales de 2003 hasta abril de 2009 (la fecha del último artículo que examiné). En su testimonio, el duque tendía a asumir que todo lo publicado era producto de la interceptación del correo de voz porque la piratería telefónica estaba muy extendida en el grupo Mirror en ese momento», señaló el juez.
«Un gran día para la verdad»
Tras conocerse el fallo, a la puerta del tribunal, el abogado David Sherbourne leyó un comunicado del príncipe, ausente hoy en la corte.
«Hoy es un gran día para la verdad y para la rendición de cuentas», dijo el duque de Sussex a través de su letrado.
La medida legal estuvo basada en la necesidad de contar con «una prensa libre y honesta», y que sea «debidamente responsable cuando sea necesario», agregó el comunicado del duque, quien admitió que «el camino hacia la Justicia puede ser lento y doloroso».
Por su parte, un portavoz de MGN dijo que reciben «con satisfacción el fallo de hoy, al dar a la empresa la claridad necesaria para avanzar respecto a acontecimientos que tuvieron lugar hace muchos años. Cuando se produjeron irregularidades históricas, pedimos disculpas sin reservas, asumimos toda la responsabilidad y pagamos una compensación adecuada».
Ataque contra el príncipe Harry
Pese a ello, Piers Morgan, uno de los más conocidos periodistas en el Reino Unido y que dirigió el ‘Daily Mirror’ entre 1995 y 2004, atacó al príncipe Harry, de quien dijo que no sabe ni reconocer la verdad y negó que él personalmente pinchara o autorizara el pirateo de su móvil en esa época.
Morgan, actualmente presentador en TalkTV, fue mencionado en su dictamen por el juez, pero lamentó que ni los abogados de las diversas víctimas en este caso ni la defensa de MGN le llamaran a declarar durante el proceso para defenderse.
«Nunca pirateé un teléfono ni se lo pedí a nadie y nadie ha aportado ninguna prueba real que demuestre que lo hice», manifestó a los medios.
Morgan, en cuyo programa el pasado septiembre anunció su dimisión el presidente de la Federación española de fútbol Luis Rubiales, insistió en que los testimonios en su contra oídos durante el proceso fueron de «viejos enemigos» con agravios.
En su comparecencia ante el tribunal el pasado junio, el príncipe admitió que las acciones de los tabloides para obtener exclusivas le generaron «paranoia» y «desconfianza» y tuvieron un impacto en su vida, desde la seguridad hasta las relaciones.
El príncipe llegó a acusar a los tabloides de haber «incitado al odio y al acoso» en su vida privada en un documento escrito.
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