«Queridos hermanos, en sintonía con el *Sínodo de la Sinodalidad,* que significa caminar juntos como Pueblo de Dios, donde nos caracteriza la Comunión, y nuestra misión es Evangelizar, bien sabemos que este caminar lo precede el encuentro con El Señor; pues somos Iglesia En Salida, porque primero hemos estado con El Señor en la eucaristía, y cuando entramos en la capilla del Santísimo, sabiendo en Quien hemos puesto nuestra esperanza. De lo interior, encuentro con El Señor, a lo exterior, encuentro con los demás.
Desde el *Sínodo de la Sinodalidad,* acontecimiento por el cual la Iglesia Universal abraza a la Humanidad, con una parada en la *Fraternidad,* camino que recorremos en nuestra Diócesis de Ciudad Guayana, seguimos los pasos de Jesús, nuestro Señor, que no es otro que proclamar el Reino de Dios y su justicia (Mateo 6, 33), mostrar la cercanía de Dios Padre que nos ama sin medida y nos quiere Salvar por medio de su Hijo (Juan 17, 3).
En este caminar, hermanos, cuando estemos en el “rascacielos de nuestra fe” y “en las alturas de nuestra espiritualidad”, recordemos que en “planta baja” hay hermanos, y tanto unos como otros, somos discípulos del Señor, somos su Iglesia, o en palabras de Pedro, *somos las piedras vivas que pasamos a ser el Templo espiritual que se sostiene sobre la Piedra Viva rechazada por los hombres. (Leer 1 Pedro 2, 3-5).*
Queridos hermanos, bien pudiéramos decir:
*Papá Dios, somos la Iglesia en salida de tu Hijo porque nos hemos encontrado con Él, y queremos llevarlo a los demás (Marcos 16, 15-16).*
*Somos la Iglesia en salida, porque primero hemos estado con El Señor, y teniéndolo escogemos la mejor parte a ejemplo de María, la hermana de Marta y Lázaro (Lucas 10, 38-42).*
*Somos la Iglesia en salida, porque ese ir en nombre de Cristo, lo precede un ven y sígueme (Mateo 16, 21-27; 19, 21).*
Somos la Iglesia en salida, porque El Señor nos dice: *Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que pidan en mi Nombre. (Juan 15, 16).*
*Padre Santo, somos la Iglesia de tu Hijo, Jesucristo, Señor nuestro, te pedimos por los seres queridos que están lejos de nuestra Patria, y junto a cada persona que recibe esta Carta, abrázala con El Espíritu Santo, y concédele sanación, fortaleza y esperanza. Disipa todo obstáculo en su caminar y abre las puertas en sus proyectos.*
Que a ejemplo de María, Madre de Cristo y Madre nuestra, siempre estemos en camino para servir, y junto con ella, cantemos: *Proclama mi alma la Grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador… (Lucas 1, 39-56).*
*P. Gerardo Moreno*
*Ánimo*
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