La española Rebeka Masarova, número 71 del mundo, dio este lunes la sorpresa en el Abierto de Estados Unidos al eliminar en la primera ronda a la griega Maria Sakkari, octava cabeza de serie de este ‘grand slam’ y también octava en el ránking de la WTA.

Masarova se impuso de forma contundente a Sakkari por 6-4 y 6-4 en una hora y 27 minutos y firmó así su primer triunfo ante una jugadora del ‘top 10’ (0-4 hasta hoy).

La española, con 24 años recién cumplidos este mes, había perdido contra la griega en su único enfrentamiento hasta la fecha, que tuvo lugar en el Masters 1.000 de Madrid y que terminó con victoria de Sakkari en tres sets.

Tras este triunfo de prestigio, Masarova se medirá en la siguiente ronda a la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova (64).

Masarova, que en este Abierto de EE.UU. disputa su quinto ‘grand slam’ en el cuadro principal, jugó el pasado enero la primera final de la WTA de su trayectoria, cuando compitió por el título de Auckland frente a la estadounidense Coco Gauff, quien finalmente se acabó coronando como campeona de ese torneo de Nueva Zelanda.

«Creo que mis metas no cambian realmente después de un solo partido: para mí se trata de ser consistente», dijo este lunes la tenista nacida en Suiza, en una rueda de prensa tras tumbar a Sakkari.

«Ganar un partido como este me da confianza de saber que tengo el nivel, pero estar en el ‘top’ y mantenerte ahí es una cosa completamente diferente», añadió.

Masarova, que habla español, inglés, alemán, eslovaco (por su padre), catalán «y un poco de francés», destacó que para su triunfo fue clave remontar un primer set que perdía 1-4 y que acabó anotándose ganando cinco juegos consecutivos.

También dijo que su ajustado precedente en Madrid contra Sakkari (derrota por 3-6, 6-3 y 6-3) le animó a creer en sus posibilidades para este nuevo asalto.

«Ese partido seguro me ayudó a saber que estoy ahí, que puedo estar a ese nivel y que me faltaban detalles. Recuerdo que en Madrid físicamente yo iba un poco justa y ahora me siento mejor. Eso me ha dado más confianza de aguantar mejor el partido. He ido pensando que podía ganar», detalló.

Ya con varios años de lesiones felizmente en el retrovisor, Masarova subrayó que Schmiedlova, su próxima contrincante en el Abierto de EE.UU., será un hueso muy duro de roer.

«Jugué una vez con ella en tierra, en Bastad (2022), un partido muy justo, muy peleado (victoria para la española en tres sets). Sé que es una tenista que pelea cada punto, está ahí todo el partido. Creo que será muy duro», cerró.

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