El rey Carlos III nombró este viernes, 9 de septiembre de 2022, a su hijo Guillermo y a su esposa Catalina, como nuevos príncipes de Gales.
Anteriormente, los títulos de Gales los ostentaban Carlos III y su difunta esposa, Diana.
«Con Catalina a su lado, nuestros nuevos príncipe y princesa de Gales seguirán, lo sé, inspirando y liderando nuestras conversaciones nacionales, ayudando a poder en el centro a los marginados, en lo que se puede prestar una ayuda vital», dijo Carlos en su primer discurso a la nación, como monarca de Reino Unio.
También prometió servir toda su vida a los británicos, así como lo hizo su madre, la reina Isabel II.
Carlos III agradeció a su madre por el amor dedicado a la familia real y a las naciones. «Mamá, mientras inicias tu largo viaje para unirte con mi querido padre, quiero decirte gracias por tu amor a nuestra familia y a la familia de naciones», mencionó.
El discurso del rey Carlos III no dejó por fuera a su hijo Harry y su esposa, Meghan. «También quiero expresar mi amor por Enrique y Meghan, mientras continúan con sus vidas en el extranjero», expresó.
El discurso fue televisado por los canales del Estado; el Rey Carlos III lució un traje con corbata negra, se mostró sereno y honró a su madre tras 70 años de reinado, el más largo de la corona británica.
«La reina Isabel tuvo una vida bien vivida, una promesa con el destino cumplida. Ahora es llorada en el momento de su muerte. Yo renuevo hoy esa promesa a todos de servicio a lo largo de toda la vida», dijo el monarca.
Abrió y cerró sus palabras de la misma forma, acordándose de su madre, con un emotivo mensaje final.
En un discurso de unos cinco minutos, grabado con anterioridad en el Salón Azul del Palacio de Buckingham, Carlos III quiso atar varios flecos sobre el carácter de su reinado, comenzando por su compromiso con los principios constitucionales.
“Como la propia reina hizo con devoción inquebrantable, yo también me comprometo ahora para el resto del tiempo que Dios me conceda a defender los principios constitucionales en el centro de nuestra nación”, manifestó.
Acompañado a su izquierda por una fotografía de Isabel II, el rey repasó uno por uno la situación de los miembros de su familia, comenzando por su esposa, la reina consorte Camila, quien tardó en ganarse el afecto de los británicos por haber sido amante del entonces príncipe cuando éste estaba casado con Diana de Gales.
“Cuento con la ayuda amorosa de mi querida esposa Camila. En reconocimiento de su leal servicio público desde nuestra boda hace 17 años, se convierte en mi reina consorte. Sé que ella aportará a su nuevo rol la devoción firme al deber de la que he llegado a depender tanto”, aseguró Carlos III.
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