Caracas.- El dirigente sindical de Ferrominera preso político desde hace 10 años y sentenciado a 15 años de prisión, Rodney Álvarez, escribió una contundente carta desde El Rodeo, en donde asegura que el Gobierno de Nicolás Maduro lo ha tomado como «chivo expiatorio» para tapar y encubrir a Héctor Maicán, un dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
La periodista Sebastiana Barráez tuvo acceso a la carta y en exclusiva para Infobae relató lo escrito por Álvarez sobre lo ocurrido en medio de una asamblea de trabajadores de la estatal en donde fue asesinado Renny Rojas.
A Rodney Álvarez se le señala, concretamente, de disparar un arma de fuego contra una multitud reunida, que acabó con la muerte de Renny Rojas y le produjo heridas a Luis Quilarque, ambos trabajadores de Ferrominera que participaban en una asamblea para renovar las autoridades sindicales de la empresa.
Según el trabajo publicado por Barráez, a Álvarez lo presionaron, como han hecho con muchos presos políticos, para que admitiera su culpa, pero él se negó, siempre consciente de que el precio a pagar era muy alto.
«Este gobierno anti-obrero y encubridor me ha tomado a mí, Rodney Álvarez, como chivo expiatorio, para tapar y encubrir a su sicario, a su delincuente (…) he sido encarcelado, acusado y condenado sin ninguna prueba solo por ser un trabajador, un asalariado, un esclavo moderno del Estado capitalista venezolano que nos abalea, reprime, nos golpea y solo recibimos migajas», expresa Álvarez en parte de la carta.
«Ya con 10 años de secuestro y privado de mi libertad ilegítimamente en base a supuestas pruebas que no existen, que jamás han existido, y que las mismas actas policiales confirman que jamás han existido, el Estado capitalista ha determinado dictar una sentencia de 15 años sobre mi persona, sin tener ningún tipo de pruebas acusatorias», agrega.
«Todas las pruebas del homicidio, por el cual he sido condenado ilegítimamente, recaían y recaen en el único culpable, el sicario y matón Héctor Maicán, delincuente oficialista al que han querido encubrir, al que han querido taparle la sinvergüenzura».
Y exige: “No me tengan en la cárcel sin ningún tipo de pruebas. Nos tratan como a bestias, como a animales, y no es sorprendente porque así somos tratados todos los trabajadores venezolanos. Debemos todos sacudirnos el yugo que nos oprime, que nos aprieta. Todos nosotros, debemos levantarnos. ¿Por qué? Porque nuestro oportuno socorro somos nosotros mismos».
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