La modelo venezolana Romina Palmisano, fundadora e impulsora de la Fashion Week, cuya segunda edición se desarrolla esta semana en Valencia, sueña en grande: poner al país en el mapa de la moda internacional y hacer de este sector un motor económico «importante».
Palmisano explicó, durante una entrevista que, aunque la Hesperia Valencia Fashion Week es todavía muy joven, pretende avanzar hasta acercarse a las semanas de la moda referentes en el mundo, aunque —reconoce— es algo que llevará mucho tiempo y trabajo.
La HVFW fue algo grande desde que nació, mucho más, incluso, de lo que su propia fundadora había imaginado, y así se lo han hecho saber quienes vivieron desde dentro la primera edición.
Mucha ilusión
«Yo pienso que pudimos haber nacido mucho más pequeños, creo que la visibilidad y el impacto que ha tenido este evento dentro del país y fuera ha sido relevante», explicó Palmisano.
Ve con ilusión todo el trabajo que queda por delante para llegar a consolidar esta realidad con la que soñaba, pero es consciente de que es «difícil» y que «lleva tiempo», meses y años que ella está dispuesta a dedicar, con el pensamiento puesto en una ambiciosa meta.
«Eso lo determinan muchas cosas, muchos procesos que todavía hay que cumplir, y yo, particularmente, soy de las que opina que cuando quieres que algo salga bien o quieres que un proyecto tenga la credibilidad o esté completamente consolidado, sin duda, eso lleva tiempo», reiteró.
Venezuela también puede
Desde la primera edición, la modelo tuvo claro que había que apegarse a la fórmula internacional y plantear dos semanas de la moda al año, con temporada primavera-verano y otoño-invierno. Dicho y hecho.
Palmisano ya superó la primera barrera, al celebrar dos eventos este mismo año.
«(La idea) fue tener dos semanas de moda porque el deber ser de los diseñadores o de los creadores de marcas y diseño es que tienen que hacer sus colecciones cada seis meses», explicó.
Y lo hizo contando con diseñadores venezolanos consagrados, como Giovanni Scutaro, Ángel Sánchez y Alejandro Fajardo, entre otros.
Además, con la mente puesta en impulsar las carreras de los nuevos talentos, con emprendimientos emergentes, en los que vio la calidad suficiente como para ayudarles en su despegue.
Esta idea rondaba en su cabeza desde que volvió al país, hace un año y medio, después de vivir tres fuera. Al regresar, percibió esa capacidad de crear que se estaba desarrollando en Venezuela y consideró que era hora de poner en valor el talento local, un reto complejo, ya que —reconoció— los venezolanos tienen la costumbre de «consumir fuera del país».
«(Percibí que) se estaba activando, de cierta forma, todo el tema de la gente produciendo sus marcas de diseño, muchísimos diseñadores venezolanos. Nosotros hemos tenido la costumbre de siempre consumir fuera del país, y en vista de lo que nos ha pasado (seis años de recesión económica), nos vimos en la obligación de empezar a valorar el talento de acá y empezar a consumir diseño local», explicó.
Fue al detectar «este movimiento» y al ver eventos que «activaban esta participación de los diseñadores» cuando se hizo la pregunta a la que poco después ella misma dio respuesta: «¿Por qué no tener una Semana de la Moda (en Venezuela)?».
Mirando al futuro
La Semana de la Moda venezolana no nació en la capital, sino en Valencia, ciudad de donde es originaria su impulsora, que ve en su horizonte la Fashion Week en distintas localizaciones, entre otras, Caracas.
Se plantea el evento en «puntos estratégicos o en ciudades estratégicas que tengan acceso más fácil», como aeropuerto y buenas comunicaciones.
No obstante, sea en el lugar que sea, Palmisano señala que «al final, no se trata de la ciudad, sino de apostar y apoyar. Es una apuesta (…) para seguir creando» y para que, desde el exterior, se vuelva «a ver a Venezuela como un referente en todos los sentidos».
Y pensando en ese país que desea, asegura que son muchos los diseñadores internacionales que le gustaría llegar a tener sobre las pasarelas locales, pero, menciona, una vez más, a otra venezolana: «me encantaría invitar a nuestra propia Carolina Herrera».
Convencida de que el momento llegará, está centrada en «seguir trabajando la plataforma» a la que le dio vida e ir «afinando ciertas estrategias para que, con los años, (la HVFW) pueda atraer a estos diseñadores».
De momento, ya en la segunda edición que se celebra esta semana, ha logrado incluir al colombiano Cubel, cuyos diseños se pasearon este año por la pasarela de la Semana de la Moda de Nueva York.
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