Rusia lanzó a lo largo de septiembre contra Ucrania 1.339 drones kamikaze iraníes Shahed, lo que supone un nuevo récord en el número de estos aparatos aéreos no tripulados empleados contra territorio enemigo desde el comienzo de la guerra, según la publicación del Ministerio de Defensa de Ucrania, ArmyInform.
El anterior récord en el uso de Shahed fue alcanzado en el mes de agosto de este año, cuando las fuerzas rusas lanzaron contra Ucrania cerca de 800 drones de este tipo, según la cuenta de la red social X @ShahedTracker, que informa sobre el uso de estos aparatos iraníes.
El tercer mes con un mayor uso de Shahed fue septiembre de 2023, cuando los rusos dispararon contra Ucrania 521 de estos drones.
Rusia redobla la producción
El factor más evidente que explica este incremento en el uso de drones suicidas iraníes hay que buscarlo en la expansión de la producción propia por parte de Rusia de esta tecnología.
Según el experto militar y editor jefe de la publicación ucraniana especializada en asuntos militares Defense Express, Oleg Katkov, Rusia ya ha conseguido producir en su fábrica de Tatarstán, con un año de antelación respecto del plan elaborado, las 6.000 unidades de estos drones originalmente iraníes que tenía previsto fabricar hasta septiembre de 2025.
«En base a esto, el enemigo puede lanzar hasta 50 drones de este tipo a diario, o incluso más», declaró Katkov al medio ucraniano RBK.
Según las cifras publicadas por ArmyInform, Rusia ya está cerca de estos números y utilizó en septiembre, cuando por primer mes desde el comienzo de la guerra no dejó de lanzar ni un solo día Shahed contra Ucrania, una media de 44 drones diarios.
Cerca de un cien por cien de interceptación
Ucrania intercepta prácticamente todos los drones iraníes que Rusia lanza contra su territorio. Según @ShahedTracker, las defensas aéreas ucranianas lograron derribar o desviar de su objetivo con interferencias radioelectrónicas un 94 % de los aparatos que llegaron a su espacio aéreo en agosto y septiembre de este año.
Pese al alto porcentaje de interceptaciones, los Shahed siguen suponiendo un serio quebradero de cabeza para el Ejército ucraniano, que dedica cada noche un número creciente de personal y recursos para evitar que estos drones que Rusia lanza en enjambres alcancen sus objetivos, entre los que suelen estar las infraestructuras eléctricas.
Cuando Rusia los lanza simultáneamente con misiles, la misión de estos enjambres de Shahed es abrumar a las defensas aéreas ucranianas para que no puedan responder a todos los proyectiles.
Más drones perdidos por interferencias
Para evitar usar misiles antiaéreos mucho más costosos que los drones para cada uno de los derribos, las fuerzas ucranianas crearon patrullas móviles pertrechadas de armas más ligeras que disparan a los Shahed para hacerlos caer antes de alcanzar sus objetivos.
Conscientes de la efectividad de este método, los rusos hacen ahora volar estos drones a una mayor altura, de manera que las armas convencionales no puedan alcanzarlos hasta que no empiezan su descenso hacia el objetivo.
Según el experto en medios de guerra radioelectrónica Serguí Flesh, los Shahed han pasado de volar a unos 2 kilómetros de altura a hacerlo a entre 4 y 5 kilómetros.
Como respuesta, cuenta el experto en su canal de Telegram, el Ejército ucraniano ha perfeccionado el uso de medios de interferencia electrónica y hace perder la señal a un porcentaje cada vez mayor de drones rusos, lo que le permite neutralizar los Shahed que vuelan a más altura sin gastar sus municiones más sofisticadas para derribarlos.
Además de defenderse, Ucrania ha desarrollado sus propios drones similares a los Shahed, con los que ataca casi a diario objetivos militares y refinerías en el interior de la Federación Rusa.
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