Ciudad Guayana.- La inseguridad laboral y el caos reinan en las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), según confirman sus trabajadores. Encubrimiento de accidentes, extinción de los sindicatos y de los departamentos de seguridad industrial, junto a un cinismo categórico, ha dejado a los trabajadores desahuciados.
José Márquez, delegado de prevención de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), con 27 años de servicio, junto a Carlos Ramírez, sidorista con 35 años de servicio, denunciaron los accidentes que han sucedido, debido a la falta de atención por parte de la empresa.
«En el 2021 ocurrieron al menos 4 roturas de cucharones que pusieron en peligro la integridad de los trabajadores, siendo el último en diciembre y gracias a dios solo hubo daños materiales», denunció Márquez.
El trabajador enfatizó que «ninguno de esos accidentes fue investigado, no existe ningún informe de Inpsasel sobre esos percances», comentó.
«Están sucediendo varios accidentes que no se denuncian ante el Inpsasel debido a que Sidor no hace el reporte pertinente», sumó Ramírez.
Márquez y Ramífez forman parte de los trabajadores que fueron jubilados forzosamente por alzar la voz sobre el problema de inseguridad en la siderúrgica.
De manos atadas
Carlos Ramírez destacó que Sidor contó alguna vez con 197 técnicos de seguridad y que ahora «la mayoría están discriminados por la empresa y los que van a planta están amarrados para que no denuncien la situación».
Ramón Gómez, secretario general del sindicato de profesionales y técnicos de la CVG, aseguró que solo en 2021 se reportaron más de 8 accidentes industriales en Sidor.
«Los trabajadores reportaron derramamientos de acero líquido porque no cumplían con las normas de seguridad, se estaban usando reflectores vencidos. No ha ocurrido una tragedia porque dios es grande», comunicó Gómez.
La última denuncia por derrame fue puesta en enero del presente año y «no hubo ninguna respuesta positiva (Inpsasel). Hemos ido a la fiscalía y tampoco hemos recibido ningún tipo de respuesta», agregó Gómez.
Deber laboral
Dennis Figuera, dueño de Médico Express, empresa que brinda el servicio de seguridad y salud en el trabajo a 70 empresas en Ciudad Guayana, recalcó en conversación con Soy Nueva Prensa Digital la importancia de este deber laboral.
«Hay que entender que la seguridad laboral es una inversión que hace la empresa y que un trabajador sano siempre es más productivo y más económico que no tener una seguridad laboral y tener que pagar todas las consecuencias que eso trae», declaró Figuera.
También destacó que varias de las empresas desconocen el reglamento de la ley. «No revisan realmente la norma del reglamento y solo se preocupan cuando les toca una inspección o les cae una multa», aseveró Figuera.
En Venalum
Otra de las empresas donde se han registrado accidentes laborales es CVG Industria Venezolana de Aluminio (Venalum), según indicó Manuel Díaz, abogado y dirigente sindical de la empresa.
Este mes se reportaron dos accidentes, pero no descartan que hayan ocurrido más.
El primero de los accidentes fue en la Línea Cinco. Díaz recuerda que un trabajador, metiendo una rejilla mal puesta y los bloques laterales de las Celdas, se cayó al vacío y se encuentra con lesiones leves”, relató.
El segundo sucedió en el Complejo I – Sala 4. El trabajador cayó al vacío y tuvo una fractura de codo y cortada en la parte superior de la ceja; «todavía está esperando que lo lleven al hospital», dijo el dirigente sindical al momento de la entrevista. Recalcó que la empresa no cuenta con HCM y por tanto, no se responsabilizan.
El sindicalista de Venalum espera justicia por parte del tren gerencial de Venalum y la reactivación del servicio HCM para los trabajadores.
Si denuncias, a la banca
El ambiente político en las empresas básicas de Guayana, aunado a los constantes casos de persecución y hostigamiento hacia trabajadores, ha hecho que la mayoría se mantengan al margen de las denuncias por temor a ser castigados.
Ramón Gómez resaltó que «quien se atreve a levantar la voz, lo sancionan, lo excluyen o le quitan los pocos beneficios que tienen, además de perseguirlos».
Manuel Díaz recalcó que los mismos trabajadores ocultan los accidentes «por miedo o temor a que los saquen de la mal llamada ‘contingencia’ y por eso prefieren callar».
Esto ha generado la progresiva erradicación de la actividad sindical y de las estructuras encargadas de proteger los beneficios laborales de los trabajadores.
«En CVG desde el 2020 se le quitó el espacio al sindicato de trabajadores y se sustrajeron todos los archivos», manifestó Gómez.
Mientras, José Márquez protestó contra la falta de procesos electorales en los sindicatos desde el año 2014 en Sidor.
Falta de Uniformes
Para Ramón Gómez, los trabajadores de las empresas básicas merecen un «premio al mérito», por el riesgo al que se exponen al momento de cumplir con sus obligaciones dentro de la factoría.
En relación a la entrega de uniformes, beneficio contemplado en los diferentes contratos colectivos, hoy se entrega a «discrecionalidad», comenta.
«Alguno te puede decir, a mí me dieron un par de camisas, pero una distribución completa, cómo debe ser, puede que desde hace 7 u 8 años», puntualizó.
Lo mismo sucede en Sidor, ratificaron Carlos Ramírez y José Márquez
«No hay implementos de seguridad, no hay guantes, no hay lentes, las botas solo las entregan una vez al año y si las tienes rotas deberás ir con tus zapatos casuales, las nariceras solo entregan una semanal cuando uno puede usar hasta cuatro diarias», describió Ramírez.
Márquez precisó la situación de los que trabajan en pellas. «Les deben entregar todas las mascarillas que necesiten por la alta exposición a finos de hierro. Ahorita les entregan una mascarilla para 8 horas de trabajo», concluyó.
Víctor Solórzano
Pasante
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