Ser neurotípico en un mundo diverso

El término «neurodiversidad» es utilizado para describir y celebrar la variedad de patrones neurológicos que existen en la población humana. La diversidad neurológica reconoce que cada individuo tiene un nivel único de habilidades y diferencias neurológicas, y que estas diferencias deben ser aceptadas y respetadas en lugar de ser consideradas como desviaciones de una norma establecida. En este sentido, ser neurotípico significa tener un patrón neurológico que se ajusta a lo que generalmente se considera como «normal» dentro de una determinada sociedad.

Es importante tener en cuenta que el concepto de neurodiversidad no implica que todas las formas de neurodiversidad sean iguales o que no tengan desafíos o dificultades asociadas. Algunas personas pueden tener condiciones neurológicas, como el trastorno del espectro autista, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la dislexia o la depresión, que pueden afectar su funcionamiento en áreas específicas.

En un mundo diverso, es fundamental que cambiemos nuestra perspectiva hacia la neurodiversidad y reconozcamos que la diversidad neurológica es parte integral de la condición humana. Esto implica dejar de lado los estereotipos y prejuicios hacia aquellos que no encajan en los parámetros de la neurotipicidad. En vez de ver la variabilidad neurológicamente atípicos como una desviación del «promedio», debemos apreciarla como un enriquecimiento de nuestras diferencias individuales.

La neurotipicidad abarca una amplia gama de habilidades y características. Por ejemplo, las personas neurotípicas pueden procesar y entender el lenguaje de manera más eficiente, lo que les permite comunicarse de manera efectiva en la sociedad. Además, tienen mayores habilidades para regular sus emociones y manejar situaciones sociales de manera adecuada. Estas habilidades pueden ser consideradas como «normales» o esperadas dentro de un contexto social dado.

Sin embargo, ser neurotípico no significa ser superior o mejor que aquellos que son neuroatípicos. La diversidad neurológica también incluye una variedad de habilidades y características valiosas que pueden no ser tan prominentes en aquellos que son neurotípicos. Por ejemplo, las personas con trastorno del espectro autista a menudo tienen una atención al detalle excepcional y una capacidad para pensar de manera sistemática, características que pueden ser beneficiosas en campos como la ciencia, la tecnología y las artes.

En un mundo realmente diverso y equitativo, debemos aprender a valorar y aprovechar al máximo la variedad de habilidades y perspectivas que la neurodiversidad ofrece. La normalidad no debe ser definida por una norma restrictiva y excluyente, sino por una comprensión y aceptación de lo diferente.

En lugar de tratar de «corregir» a aquellos que son neuroatípicos para que se ajusten a la neurotipicidad, debemos esforzarnos por crear entornos inclusivos y adaptados para satisfacer las necesidades de todas las personas, independientemente de su neuromodelo individual. Esto implica proporcionar apoyos específicos y ajustes razonables para garantizar que todos tengan igualdad de oportunidades y acceso a la educación, el empleo, la atención médica y la participación en la sociedad.

Además, es importante reconocer que la normalidad y la variabilidad neurológica no se limitan únicamente al ámbito individual, sino que también se extienden al nivel de la sociedad en su conjunto. La diversidad neurológica no solo se refiere a las diferencias en las habilidades y características de las personas, sino también a cómo estas diferencias son valoradas y aceptadas en la sociedad.

En última instancia, la normalidad y la variabilidad neurológica en un mundo diverso son conceptos interconectados y mutuamente dependientes. Para lograr una sociedad verdaderamente inclusiva y respetuosa, debemos cambiar nuestros marcos de referencia para considerar la diversidad como una fortaleza y no como una desviación. Solo así podremos reconocer y apreciar plenamente la contribución única de cada persona, independientemente de su patrón neurológico.