Buenos Aires.-En un charco de sangre localizan a una joven venezolana de 25 años. El asesinato estuvo en manos de su expareja de 28 años, a quien no le importó estar en presencia de su hijo de tres años para apuñalar a su concubina.

El hecho ocurrió en horas de la noche de este domingo 18 de abril en el departamento donde habitaba la pareja ubicado en el barrio porteño de Flores en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

La víctima fue identificada como Mayerling Mariana Blanco Bravo y su homicida que se encuentra prófugo José Antonio Rangel Moyetón. Funcionarios de los organismos de seguridad del país gaucho tienen una exhaustiva búsqueda del sujeto que cometió el delito.

Investigaciones del caso

Según el testimonio de personas cercanas a la pareja, en medio de la discusión, el sujeto tomó el objeto punzante con el que le causó varias heridas a la madre de su hijo.

Tras cometer el homicidio, Rangel le entregó el niño a su hermana, identificada como Sasha Rangel, quien ingresó a la vivienda del antisocial y vio la escena del crimen.

«En medio de los nervios, Sasha se comunicó con algunos vecinos quienes dieron parte a las autoridades», reseñó un medio local.

La Policía Científica inició las pesquisas y recogió el testimonio de algunos vecinos de la víctima, que aseguran que ella le reclamaba a Rangel por el consumo de estupefacientes.

«Ella contaba muy poco, pero sé que discutían mucho, le pegaba, lo hizo en varias oportunidades pero nunca quiso denunciar porque tenía miedo. Decía que no le quería hacer daño al hijo y que no le hubiese gustado que creciera sin el papá. Contaba que no se separaban además, por el tema de los gastos», comentó una fuente a Es reviral.

Trascendió que la pareja estaba separada desde hace seis meses, después de seis años de relación.

Agencia

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