La revolución que las observaciones del telescopio James Webb han supuesto para la ciencia del Cosmos empieza a dar sus frutos: un equipo de investigadores liderados por el Centro de Astrobiología (CAB) ha descubierto la galaxia similar a la Vía Láctea más lejana de las observadas hasta ahora, al otro lado del universo, revelando que el Universo estaba más organizado de lo que se pensaba desde una era temprana. Las fotos fueron vistas por primera vez el año pasado, cuando el investigador Luca Costantin recibió las imágenes en su correo electrónico durante sus vacaciones.
El hallazgo, que publico este día miércoles la revista Nature, muestra una galaxia que forma una espiral en torno a una barra de estrellas -similar a la imagen de la Vía Láctea- que se habría formado hace 11.700 millones de años, cuando el universo solo contaba con 2.100 millones de años, el 15% de su edad actual, que se calcula en 13.800 millones de años. El descubrimiento de ‘ceers-2112’, el nombre científico a la galaxia recién hallada, desmonta la concepción de que la estructura de las galaxias espirales, como la Vía Láctea, no se habría consolidado hasta que el universo alcanzó la mitad de su edad actual (hace algo menos de 7.000 millones de años).
¿Qué tan idéntica es?
La galaxia ceers-2112 se observa en una región del cielo localizada entre las constelaciones de la Osa Mayor y el Boyero, la línea de puntos que parece una figura humana y contiene la estrella Arturo, una de las más brillantes del firmamento. Las estrellas de ceers-2112 poseen una masa total equivalente a 3.900 millones de masas solares, unas dimensiones que encajan con las simulaciones de cómo era la Vía Láctea por entonces, según explica Pablo G. Pérez González, un astrofísico que también es otro de los principales autores del estudio. “En aquel momento nuestra galaxia tenía unas 10 veces menos masas solares”, explica este investigador.
Costantin ha detallado que ‘ceers-2112’ se considera una galaxia espiral barrada «porque presenta una especie de brazos espirales que giran alrededor de una zona central, donde hay una estructura de estrellas en forma de barra. Y lo más peculiar es que la galaxia tiene la misma cantidad de estrellas que en este momento del universo tenia nuestra galaxia».
“Son tremendamente importantes, por ejemplo, para la vida. Para que se forme el Sol con sus metales, en la zona donde estamos nosotros, y un planeta alrededor con mucho hierro, mucho níquel y también carbono, silicio y todos los ingredientes de la vida, previamente hay estrellas que han tenido esas órbitas tan elípticas, transportando material desde donde se forman más estrellas en una galaxia hacia las zonas exteriores”
El potente telescopio espacial James Webb ha revolucionado la astronomía, al permitir la detección de las primeras galaxias que se formaron en el universo. Con más observaciones, los investigadores afirman que se podrá averiguar si ceers-2112 era una excepción en la infancia del universo o ya había multitud de hermanas gemelas de la Vía Láctea.
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