La gran compañía japonesa de fabricación automovilística,Toyota, lanzó un comunicado sobre las nuevas inversiones en Brasil hasta 2030, con un precio estimado de 2.2000 millones de dólares.
La corporación implementará un poco menos de la mitad del valor total hasta 2026, aseguró el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, quien estuvo presente durante un evento de la fábrica de Toyota en Sorocaba, São Paulo, además de estar acompañado por el gobernador de la región, Tarcísio de Freitas.
Tales inversiones estarán destinadas tanto a Sorocaba como a una sucursal de Toyota presente en Porto Feliz, que desde 2016 se ha dedicado a la fabricación de motores.
Ante esto se impulsará la creación de 10.000 puestos laborales, tanto directos como indirectos hasta 2030, esto según las sumas oficiales.
«Es una inversión muy importante. Toyota es la campeona en vehículos eléctricos e híbridos, que es el diferencial brasileño. Será un gran éxito. Muestra la confianza que hay puesta en Brasil», afirmó Alckmin.
El vicepresidente hizo una recopilación del «buen momento» en la economía de Brasil, teniendo en cuenta la tasa de desempleo, la inflación en descenso y los intereses, además de destacar que la bolsa de São Paulo y el PIB han incrementando luego de la ampliación del 2,9% en 2023.
Apuesta de Toyota por Brasil
Además de Toyota, otras organizaciones de ensamblaje internacional como General Motors, Nissan, Stellantis, BYD y Volkswagen, tomaron la decisión de extenderse e invertir en Brasil.
El gobierno brasileno ya tenía un valor estimado en 10.000 millones de reales para las nuevas inversiones en el sector automotriz hasta 2029, enfocados en modelos eléctricos e híbridos.
Alckmin, quien además es ministro de Industria y Comercio, detalló que uno de los motivos del avance es gracias a la estrategia presentada por el gobierno, donde se ofrecen incentivos fiscales a iniciativas de exportación, descarbonización e innovación.
De igual forma, puntualizó el restablecimiento del impuesto de importación para los carros eléctricos, siendo un incremento del 10% al 35%.
«O montan la fábrica aquí en Brasil, producen aquí, o van a tener que pagar un 35 % de impuesto de importación. Esta nueva configuración tributaria marca toda la diferencia», destacó el vicepresidente.
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