Fotografía que muestra una exposición fotográfica de la celebración de San Pedro, el 31 de mayo de 2023, en el centro de la Diversidad Cultural de Caracas (Venezuela). EFE/ Rayner Peña R.

Las tradiciones culturales de Venezuela están amenazadas por la crisis y sus efectos, especialmente la falta de fondos oficiales, según han alertado organizaciones no gubernamentales y artistas comunitarios que, pese a los obstáculos, intentan llevar el legado a las nuevas generaciones.

De las 84.000 expresiones culturales que, según la Unesco, tiene Venezuela, varias se mantienen por autofinanciamiento y esfuerzo de sus ejecutores, de acuerdo a un reciente informe de la ONG Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), que denuncia la falta de fondos oficiales para estas actividades.

«No existen políticas públicas destinadas al sector cultura, es decir, no hay una política de seguridad social, de subsidios otorgados, sin discriminación, a las diferentes tradiciones», dijo a EFE el coordinador general de Provea, Rafael Uzcátegui.

Esto, explicó, atenta contra la existencia de costumbres que datan de la época colonial y contra la propia identidad del venezolano.

«No hay una política de financiamiento, de estímulo, para que este tipo de actividad cultural se realice, y ha sido la labor independiente y autónoma de la propia comunidad, de los gestores culturales, de los devotos, quienes han mantenido viva la tradición», aseveró.

El gestor cultural Miguel Berroterán, quien lleva más de 30 años participando en la llamada Parranda de San Pedro, aseguró a EFE que las tradiciones en Venezuela se mantienen, principalmente, gracias al esfuerzo de las comunidades organizadas.

Empeñados en mantener viva la parranda, él y otros participantes visitan escuelas y organizan talleres para incentivar el interés por esta tradición que en 2013 fue declarada por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

«Tenemos sobre nuestros hombros la gran responsabilidad de generar planes de salvaguarda y lo estamos haciendo», subrayó.

Asimismo, el presidente de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural, Benito Irady, dijo a EFE que las comunidades organizadas juegan un rol protagónico en la tarea de preservar las tradiciones que los ancestros transmitieron, en algunos casos por el boca a boca.

Según el funcionario, la comunidad organizada «ha puesto a valer sus resortes» para promover ante las instituciones de Estado la importancia de salvaguardar las manifestaciones culturales.

Al menos cinco manifestaciones venezolanas están incluidas en la Lista Representativa para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, además de dos en la Lista de Salvaguardia Urgente y una en el listado de buenas prácticas de protección.

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