Madrid.-El francés Zinedine Zidane se ha convertido en el triunfador de los banquillos en la presente temporada, al devolver al Real Madrid, con su estilo templado, su sonrisa y la gestión del grupo, a la cima de LaLiga Santander, mientras que Diego Martínez, el benjamín de los banquillos, ha hecho historia al meter al Granada en la competición europea.
En su segunda etapa al frente del conjunto blanco, el técnico de Marsella ha logrado su segunda corona doméstica tras la que logró en la temporada 2016/17, y la tercera en el global, pues como jugador del cuadro del Santiago Bernabéu levantó la copa en la campaña 2002/03.
Es uno de los diecisiete que han conseguido el título liguero como jugador y como entrenador, lista en la que está buena parte de lo más granado de la historia de la competición: Ricardo Zamora, Juan Urquizu, Josep Samitier, Miguel Muñoz, Marcel Domingo, Alfredo Di Stéfano, Luis Aragonés, Luis Molowny, Johan Cruyff, Jorge Valdano, Bernd Schuster, Javier Irureta, Vicente del Bosque, Josep Guardiola, Diego Pablo Simeone y Luis Enrique Martínez.
Con estos dos títulos se convierte en el técnico francés más laureado en la liga española y alcanza, entre otros, a entrenadores como Zamora, José Villalonga, Miljan Miljanic, Alberto Ormaetxea, Javier Clemente, Fabio Capello, Louis van Gaal, Del Bosque, Rafa Benítez, Frank Rijkaard, Luis Enrique y Ernesto Valverde, su predecesor en la corona tras ganar las dos ligas anteriores con el Barcelona.
Zidane ha conseguido convencer a un grupo que no hace mucho tiempo era puesto más que en duda. Volvió el curso pasado, mucho antes de lo previsto e incluso de lo deseado por él, a petición de Florentino Pérez, y tras cuajar una mala recta final en a anterior campaña, ha reconducido el camino en LaLiga, el gran objetivo marcado en esta etapa.
El francés ha recuperado a la ‘vieja guardia’ y ha convencido a casi todo el bloque, no a todo, del trabajo en equipo, de la solidaridad. A contraestilo, se podría decir, el Real Madrid ha recuperado el cetro nacional. Lo ha hecho con la solidez atrás y la defensa como principal argumento, lejos de la tradición ofensiva y la endeblez defensiva de otros cursos. Su sonrisa, eterna, se convirtió en lágrimas de emoción, cuando, tras ganar al Villarreal, certificaba el título tan especial.
El argentino Diego Pablo Simeone ha conseguido mantener al Atlético de Madrid en la zona Champions, situación que antes del confinamiento no se veía tan clara. El ‘Cholo’, en cambio, no ha podido esta vez llegar a la recta final con opciones de pelearle el título a los dos grandes acorazados.
Otro de los grandes triunfadores de la campaña es Julen Lopetegui. La apuesta de Monchi para el banquillo del Sevilla ha sido todo un acierto, y eso que el exseleccionador nacional fue puesto en duda por parte de la afición en determinados momentos. Pero con trabajo y conocimiento ha conseguido los resultados para convencer a todos.
Lopetegui ha guiado con clarividencia el bloque que le ha puesto a disposición Monchi, un equipo completamente remozado que se ha ganado a pulso el retorno a la Champions y que en determinados momentos de la campaña estuvo en el pugna por lo más alto.
Otro técnico de pasado sevillista, Diego Martínez, el ‘benjamín’ de los banquillos de Primera, ha hecho historia con el Granada, que, sabedor de la valía del gallego, puso una cláusula en su contrato por si alguien quería llevárselo.
Diego Martínez ha dado un clínic de cómo hacer crecer un equipo como el granadinista, un recién ascendido, con escaso presupuesto, que incluso llegó a ser líder y que ha luchado hasta el final por Europa.
Imanol Alguacil y Javi Calleja pueden presumir de haber conseguido que sus equipos hayan sido de los que mejor fútbol hayan practicado, con el remate del refrendo final de entrar en el próximo torneo continental. El técnico de la Real Sociedad con un bloque muy joven, que tras el confinamiento ha pasado apuros para meterse en Europa tras dar la impresión de que le iba a dar para acceder a la Champions, y el del Villarreal con jugadores más expertos que en la reanudación liguera han crecido hasta revertir una situación que no parecía nada propicia antes del parón.
José Bordalás y su Getafe han ratificado la gran temporada precedente con otra campaña para el recuerdo, aunque se quedó sin el premio europeo; Jagoba Arrasate, Paco López y Sergio González han sacado lo mejor del recién ascendido Osasuna, del Levante y del Valladolid; y José Luis Mendilíbar una vez más, ha sido uno de los artífices de la permanencia del modesto Eibar con su estilo atrevido inconfundible.
Ernesto Valverde, campeón con el Barcelona las dos temporadas previas, fue destituido en enero cuando el equipo era líder y su reemplazo, Quique Setién, un técnico sobre el papel más acorde con el estilo del club azulgrana, no ha podido conducir la nave a retener el título ni a hacer un buen fútbol salvo en contadas excepciones.
La situación interna del club acabó también, al principio del curso, con el periplo de Marcelino García Toral en el Valencia. Albert Celades no logró enderezar la nave y Voro tuvo otra vez que salir al rescate, pero no le dio para entrar en la Liga Europa
Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ no cumplió las expectativas con el Betis, que acabó la decepcionante campaña con Alexis Trujillo al frente del equipo y con el fichaje para la próxima campaña del chileno Manuel Pellegrini.
Óscar García y Juan Ramón López Muñiz, relevos de Fran Escribá y de Asier Garitano en el Celta y en el Alavés, respectivamente, encontraron finalmente la salvación, de la que no se salvaron Espanyol (tuvo a David Gallego, Pablo Machín, Abelardo Fernández y Francisco Rufete), Leganés (Mauricio Pellegrino, Luis Cembranos y Javier Aguirre), que se quedó a tan solo un paso en una recta final y unos últimos minutos del último partido en los que tuvo opciones, y Mallorca, el único de los de abajo que mantuvo la confianza plena en el técnico que le había hecho volver a la elite, Vicente Moreno.
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