No lo estás imaginando, quemar grasa se vuelve más difícil cuando pasas de los 30, pero no tiene nada que ver con tu metabolismo lento, sino con el hecho de que, en general, esa es la edad en la que pasas más tiempo sentado en la oficina y tienes menos momentos (o ganas) para realizar actividades físicas.
No vas a quemar grasa solo respirando, para lograrlo debes comprometerte, trabajar duro y hacer algunos sacrificios, realmente debes ajustar todo tu estilo de vida y, aunque puede sonar extremo, es la mejor forma de obtener resultados y de evitar que los kilos extra regresen tan pronto como los perdiste (es por esto que las dietas demasiado estrictas no funcionan).
A los 30 no eres viejo (tampoco a los 40), pero es un buen momento para empezar a preocuparte por tu salud (porque la grasa, en especial la del abdomen no es solo un problema estético) y por tu yo del futuro. Puedes verte musculoso a los 60 y realmente nunca es tarde, pero siempre es mejor prevenir que lamentar, y empezar a actuar antes de que el “problema” que te preocupa se vuelva más grave.
En el caso de la grasa, definitivamente necesitas hacer ejercicio y dieta, pero hay otros trucos que puedes aplicar para que el proceso de quemarla se vuelva más fácil y rápido.
Trucos para quemar grasa después de los 30:
Divide tu proteína
La proteína ayuda a que te sientas lleno por más tiempo, a que tengas energía y a acelerar el metabolismo, pero, los estudios dicen que, en lugar de comer una porción grande en una comida, es mejor dividirla en porciones más pequeñas y repetirlas para que tengas un poco en cada comida.
Además, la proteína es lo que va a evitar que pierdas músculo, y ya deberías saber que el músculo quema más calorías para funcionar, por lo que es esencial para quemar grasa. Un estudio de 2009 de la Universidad de Texas encontró que cuando las personas de alrededor de 30 años espaciaron las proteínas a un poco menos de 30 gramos por comida, desarrollaron más músculo que cuando la consumen en una sola comida.
Come cada pocas horas
Chris Hemsworth hace esto mientras se prepara para sus películas, esto se debe a que, si comes más comidas, pero más pequeñas, ayudas a tu cuerpo a tener un flujo constante de nutrientes, y también a que el metabolismo no se vuelva lento y deje de quemar a un buen ritmo.
Duerme bien
No solo pienses en estar acostado en la cama por 7 u 8 horas, debes asegurarte de tener una buena calidad de sueño, para eso necesitas que tu cuerpo esté fresco, que no tengas muchas distracciones y desarrollar una buena rutina para relajarte y prepararte para la hora de dormir. La falta de sueño está asociada con el aumento de peso y grasa, y eso lo dicen muchos estudios.
Activa a tus amigos
Lo creas o no, la vida sedentaria se contagia, así que, si quieres mantenerte activo (que es esencial para mantener un peso saludable), se recomienda que tengas un grupo de amigos que estén en la misma página.
En un estudio histórico de 2007, el New England Journal of Medicine que, si tus amigos son obeso, tus posibilidades de caer en lo mismo aumentan en un 57 por ciento, por lo que es importante que estén en eso juntos (aunque no puedes obligarlos, pero puedes motivarlos).
Ayuno, pero sin matarte de hambre
Es importante que sepas que, si tu cuerpo siente que no hay suficiente comida, va a entrar en modo supervivencia y va a empezar a acumular grasa en lugar de quemarla. El ayuno intermitente funciona, pero solo cuando lo haces con cuidado y evitas pasar hambre por mucho tiempo.
No te olvides de las pesas
Sí, el cardio ayuda a quemar grasa, pero las pesas son muy efectivas también. Muchos creen que las pesas los van a hacer anchos, pero, en realidad, estas construyen músculo, que ayuda a quemar grasa debido a que consumen más energía y calorías para poder moverse.
En cuanto al cardio, no olvides que se recomienda realizar entre 150 y 220 minutos por semana.
Toma más agua
No solo la necesitas para estar bien hidratado. Según un estudio publicado en la National Library of Medicine, tomar alrededor de 16 onzas de agua antes de las comidas puede ayudar a una mayor pérdida de peso, ya que el agua aumenta la sensación de saciedad, lo que evita que te dejes llevar por los antojos.
Medita
La vida se va volviendo más estresante conforme tienes más responsabilidades, y todo ese estrés puede llevar a que comas en exceso y a que subas de peso, así que es importante tener un tiempo para relajarte, respirar y atender tu salud mental.
Con información de GQ
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