Bruselas. – La Unión Europea (UE) pidió este sábado al presidente y al primer ministro de Somalia que «pongan fin al actual estancamiento político» y cumplan el calendario pactado para celebrar elecciones el próximo 10 de octubre.
«La UE hace un llamamiento el presidente Mohamed Abdullahi Mohamed (Farmajo) y al primer ministro (Mohamed Hussein) Roble para que pongan fin al actual estancamiento político», dijo en un comunicado el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.
«Todos los actores somalíes tienen que ejercer la máxima moderación para la estabilidad general de Somalia y la región», continuó Borrell.
Tras meses de desencuentros entre ambos, el presidente somalí suspendió el pasado jueves los poderes del primer ministro para poder designar o despedir a funcionarios, una decisión que Roble no ha aceptado.
Farmajo considera que Roble no ha respetado la Constitución del país ni el mandato que él mismo asignó al primer ministro a finales de abril para que se hiciera cargo de la preparación de las elecciones.
Farmajo cedió a la presión internacional
El pasado 28 de abril, Farmajo cedió a la presión de la oposición y la comunidad internacional y rechazó extender su mandato durante dos años más, pese a que había concluido el 8 de febrero.
La Cámara Baja sí estaba a favor de alargar el mandato del presidente somalí, pero no así el Senado y la crisis política desembocó en un enfrentamiento entre facciones opuestas al Ejército que dejaron al menos 13 muertos y 22 heridos.
Cuando aceptó las demandas de la comunidad internacional, Farmajo decidió también que el primer ministro Roble dirigiera el camino hacia las elecciones previstas para el próximo 10 de octubre.
Sin embargo, el último movimiento de Farmaajo contra Roble, que se opuso en su momento a la extensión del mandato presidencial, podría desestabilizar aún más al país y agravar la crisis política que atraviesa.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como el grupo yihadista Al Shabab, que controla áreas rurales del centro y sur del territorio nacional.
EFE
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