Con el Mundial de Qatar 2022 a cuestas y el fanatismo a flor de piel, el Museo Histórico Nacional (MHN) en Buenos Aires exhibe la muestra “Pasión de Multitudes”, el último refugio que le queda al hincha argentino para seguir alimentando su ansiedad mundialista.
El recorrido inicia atravesando una manga blanca, similar al ingreso de los futbolistas en la cancha, alrededor de la cual imágenes de tribunas con públicos de otros tiempos removerán la nostalgia a más de uno.
Cientos de camisetas de diferentes clubes y cada una de las que usó la selección argentina aguardan a ser devoradas por el amor futbolero que se vive de manera exacerbada en el país suramericano.
Fotografías, vestimentas, goles del recuerdo, contratos, credenciales antiguas y hasta figuritas (cromos) de distintas épocas decoran los estands del museo, resguardados detrás de vitrinas excesivamente pulcras donde los objetos parecen levitar bajo una luz cálida.
“’Pasión de Multitudes’ es un recorrido histórico del fútbol argentino, desde el primer partido que se jugó en 1867 hasta el 2023, cuando conmemoraremos los 130 años del primer campeonato oficial de fútbol”, cuenta a EFE el director del museo, Gabriel Di Meglio.
LA SELECCIÓN SIEMPRE PRESENTE
Si hablamos de fútbol en Argentina, es imposible no reposar los ojos en la sala dedicada a la Albiceleste y a su mayor ídolo -o al menos lo era hasta este domingo-: Diego Armando Maradona.
Cada período del equipo nacional con las sudaderas originales fueron prestadas al museo por distintos coleccionistas, familiares de jugadores y hasta la propia Asociación de Fútbol Argentino (AFA).
Al costado de la selección, un pasillo exclusivo expone cada camiseta icónica que usó el ‘Pelusa’, acomodadas como si de bustos presidenciales se trataran, frente a un mural que le rinde tributo por parte del artista ‘SanSpiga’.
La exhibición invita a revivir cómo el balompié se transformó en la expresión cultural y deportiva central del país. «Por un lado, la idea es mostrar la extensa historia del fútbol y la pasión que genera, nos hace felices o todo lo contrario según los resultados. Dejar claro que esto es más que un juego», define el director.
Efectivamente, es más que un juego. El fútbol en Argentina atravesó la época temible de la dictadura y los sucesos actuales de la política. Cala profundo en la música y muestra la cara más cruda de las necesidades sociales por medio de un balón.
Volviendo al festival para los ojos, una parte de la muestra que no debe dejarse pasar es la vitrina de trofeos que contiene la joya de la corona mundialista: la Copa oficial de la FIFA que Maradona ganó en México ’86.
Se trata de la réplica que recibió entonces la AFA y fue prestada al museo para que todo fanático que no pudo verla el martes pasado, durante los festejos por el logro en Qatar 2022, tenga cierta revancha de presenciar ese macizo de gloria.
«La AFA nos prestó algunos trofeos para poder exhibirlos aquí y esta es ‘La Copa'», dijo Di Meglio al tiempo que señalaba la réplica bañada en oro que la FIFA entrega a cada país que gana un Mundial.
CURIOSIDADES Y RELIQUIAS
En la sección dedicada a los estadios descansa el gigantesco reloj usado para el campeonato de 1978, del cual Argentina fue anfitrión y campeón. En esa oportunidad, la Albiceleste, que dirigía César Luis Menotti, cargaba con la presión de la Junta Militar: más allá de ganar, la idea era tapar sus atrocidades con el balón.
Por otra parte, el fútbol también está repleto de sentimientos, reacciones y acciones indescifrables. Como ejemplo, Di Meglio destaca colecciones de figuritas de jugadores de fútbol que comienzan en los años 20 y terminan en este siglo.
Entre otras reliquias, el perro embalsamado del Atlético Atlanta, un chucho que vivió durante la época dorada del club y era considerado un amuleto de buena suerte; y la virgen de Nueva Chicago, vestida de verde y acarreada a cada partido por un cura villero fanático del club, forman parte de las cábalas de la afición.
LA HISTORIA OCULTA
«El museo tiene todo un sector dedicado al fútbol femenino que fue desconocida por el público en general. El primer partido de mujeres se disputó en 1913, aunque se volvió profesional hace poco tiempo. Tiene una historia oculta y mucho más interesante», relata el director del MHN.
Ese primer partido se jugó en Rosario (centro del país) y en 1991 se celebró el primer Campeonato de Fútbol Femenino de Primera División. Hasta 2019 no se concretó la profesionalización de las mujeres y actualmente, las demás divisiones no ganan dinero por ejercer su pasión.
A modo de homenaje, las camisetas de la pionera del fútbol femenino, Gloria ‘Betty’ García, descansan en una sección de la colección y destacan las que usó en la segunda edición del Mundial en México ’71 y otra del Racing Club de 1978.
«Todo aquí fue un gran trabajo de producción que costó mucho y es un hito en sí mismo», concluye el director para hablar del último refugio para los hinchas que aún tienen ansia mundialista.
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