Investigadores de las universidades de Lausana (Suiza) y Burdeos (Francia), en colaboración con el sistema sanitario francés (Inserm), han logrado desarrollar un dispositivo de prótesis neurológica que permite corregir los trastornos al caminar que sufren los enfermos de párkinson. Los hallazgos que se publican en Nature Medicine.

“La idea de desarrollar una neuroprótesis que estimula eléctricamente la médula espinal para armonizar el procedimiento y corregir los trastornos locomotores en pacientes con Parkinson es el resultado de varios años de investigación sobre el tratamiento de la parálisis causadas por lesiones de la médula espinal”, explica Grégoire Courtine, profesor de neurociencia en la EPFL, el Hospital Universitario de Lausana y la UNIL.

Parkinson: enfermedad degenerativa

Los trastornos de la función motriz se dan en cerca del 90% de los pacientes que sufren un caso de párkinson avanzado, señalan los autores, y los tratamientos actuales no suelen ser efectivos. “Prácticamente no podía caminar sin caerme varias veces al día. En algunas situaciones, como entrar en un ascensor, quedaba paralizado en el lugar, como si estuviera congelado allí” asegura Marc, primer paciente en recibir el trasplante neuronal.

«Llevamos varios años trabajando en el tratamiento de la parálisis provocada por las lesiones de médula espinal, y de ahí surgió la idea de un neuroimplante que la estimule mediante electricidad para corregir los trastornos locomotores en pacientes de párkinson». Al contrario que otros tratamientos que inciden en las regiones cerebrales afectadas por la pérdida de neuronas productoras de dopamina, la prótesis neurológica activaría el área que controla los nervios de los músculos de las piernas al andar.

“Al estimular eléctricamente la médula espinal de manera específica, de la misma manera que lo hemos hecho con pacientes parapléjicos, podemos corregir los trastornos al caminar causados por la enfermedad de Parkinson”, explica Jocelyne Bloch, neurocirujana y profesora en la Universidad de Lausana y co-directora del centro NeuroRestore junto a Grégoire Courtine.

La implantación de esta neuroprótesis en un paciente no habría sido posible sin la colaboración de Erwan Bezard, neurocientífico de Inserm, afiliado al CNRS y la Universidad de Burdeos, quien ha dedicado su carrera a comprender las enfermedades neurodegenerativas. Su experiencia en modelos preclínicos de la enfermedad de Parkinson fue esencial para desarrollar correctamente los avances tecnológicos y conceptuales necesarios para la aplicación clínica en seres humanos.

La historia de Marc

Hasta hace dos años, el equipo de científicos y médicos estaba listo, y Marc fue operado en el Hospital Universitario de Lausana. Después de un procedimiento neuroquirúrgico de precisión, Marc fue equipado con esta nueva neuroprótesis compuesta por un campo de electrodos colocado en la médula espinal, que controla el caminar, y un generador de impulsos eléctricos implantado bajo la piel de su abdomen.

Mediante una programación específica de las estimulaciones de la médula espinal que se adaptan en tiempo real a sus movimientos, Marc ha visto rápidamente disminuir su trastorno al caminar. Después de varias semanas de rehabilitación con la neuroprótesis, ahora puede caminar casi normalmente. Actualmente, utiliza su neuroprótesis durante aproximadamente 8 horas al día, apagándola solo cuando se sienta durante un largo período de tiempo o cuando está durmiendo.

Courtine y Bloch ya han anunciado una sociedad con ONWARD Medical para llegar a diseñar una versión comercial del dispositivo, con todas las funcionalidades para un uso óptimo diario.

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