En la superficie blanca y agrietada de Europa, una de las lunas más fascinantes de Júpiter, destaca una formación que parece salida de una serie de ciencia ficción. 

Se trata de una estructura ramificada, con brazos que se extienden como tentáculos congelados sobre el hielo, captada por primera vez por la sonda Galileo de la NASA a finales de los años noventa. Durante décadas fue considerada una rareza sin explicación clara.

Hoy, esa cicatriz helada tiene nombre propio: Damhán Alla, una palabra irlandesa que significa “araña” o, de forma más evocadora, “demonio de la pared”. 

La formación se encuentra dentro del cráter Manannán y ha despertado un renovado interés científico por lo que podría revelar sobre el interior de Europa, explica DW.

Un estudio que cambia la perspectiva

La nueva atención surge a partir de un estudio publicado en The Planetary Science Journal, liderado por la física Lauren McKeown, profesora de la Universidad de Florida Central, junto a investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, la Universidad de Brown y el Instituto de Ciencias Planetarias.

Según el trabajo, Damhán Alla se habría formado tras un impacto que fracturó la corteza helada de Europa, permitiendo que agua salada del subsuelo emergiera brevemente hacia la superficie antes de volver a congelarse, dejando impresa su característica forma radial.

El paralelismo con la Tierra

Para comprender el fenómeno, los científicos buscaron un análogo terrestre y lo encontraron en las llamadas “estrellas lacustres”: patrones radiales que aparecen en lagos congelados cuando el agua líquida logra abrirse paso a través de la nieve. 

Aunque en la Tierra estas estructuras apenas alcanzan unos metros, en Europa Damhán Alla se extiende por aproximadamente un kilómetro.

El equipo realizó observaciones de campo en lagos congelados de Colorado, experimentos de laboratorio y simulaciones por ordenador, además de analizar en detalle las imágenes de la misión Galileo.

Un nombre con identidad cultural

El nombre Damhán Alla no es casual. McKeown y otros miembros del equipo, de origen irlandés, optaron por un término gaélico en consonancia con otros accidentes geográficos de Europa, como el cráter Manannán, inspirado en la mitología celta. 

Además, el nombre permite diferenciar esta estructura de las llamadas “arañas de Marte”, que se forman por procesos completamente distintos relacionados con el dióxido de carbono.

Europa y la posibilidad de vida

Europa es considerada uno de los mejores candidatos para albergar vida extraterrestre debido a la posible existencia de un océano global de agua salada bajo su superficie. 

Formaciones como Damhán Alla refuerzan la idea de que ese océano podría interactuar ocasionalmente con el hielo superficial.

Finalmente, la futura misión Europa Clipper, prevista para 2030, cartografiará hasta el 95 % de la superficie de la luna. Si se identifican más estructuras similares, podrían ofrecer pistas clave sobre la dinámica interna de Europa y sobre si, bajo su capa helada, existe un entorno potencialmente habitable.

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store