Una estudia ingeniería civil y otra comunicación social en la católica

Bladimir Martínez Ladera

FOTOS: Wilmer Barrero

Ciudad Guayana.-Unas jovencitas que se conocen perfectamente, tienen sinergia, ambas pasaron nueve meses en el vientre de su progenitora, estudian en la misma universidad y dirigen la orquesta infantil e iniciación musical en Pozo Verde.

María Luciana Amaya, nació primero y detrás le siguió Maryam Amaya, tienen 19 años,  a los cuatro años comenzaron clases de música en la sinfónica. La primera estudia comunicación social y su hermana ingeniería civil en la Universidad Católica Andrés Bello, cursan cuarto semestre de las referidas carreras.

Poder identificar los sonidos, o una nota musical es un arte que muchos dicen que se tiene al nacer, aunque otros aseguran que se puede obtener con el tiempo y desarrollando la parte auditiva, “cuando me inicie no sabía muchas cosas, con el tiempo fui aprendiendo” exclamó Maryam.

¿Qué tiene que ver la comunicación social con la música?

-Me gusta conectarme con las personas. Cuando decidí esta carrera universitaria, pensé en desarrollar esa comunicación con la gente, saber sobre sus problemas, sobre lo que buscan. La música es mi pasión, me permite interrelacionarme con los chicos.

-En la orquesta oigo a los niños, a parte del conocimiento para enseñar, tienes que conocerlos, saber qué es lo que quieren. Para dirigir es necesario saber cada cosa de los instrumentos de viento, cuero y cuerdas.

¿Qué instrumentos dominas?

-Comencé como estudiante a los cuatro años, con el tiempo aprendí a tocar clarinete, trompeta y flautas, puro instrumentos de viento. Eso me ayuda a conocer sobre el lenguaje musical en la sinfónica.

¿El oído y el lenguaje, van a la par?

-Ambas cosas se fusionan. La música tiene su  lenguaje que llega de manera distinta a cada persona, ayuda a interpretar y escribirla.

-Saber los tiempos e involucrarse con las partituras, no es tarea fácil. El objetivo final es llegar al público a través de cada nota musical y de ese sonido que emite cada instrumento que integra la sinfónica.

Le gusta la química, también  física y matemática. Los números la atraen, quería estudiar arquitectura pero la universidad no cuenta con la carrera.

Según, la arquitectura enseña técnicas para crear, diseñar y construir, “creo que ambas carreras universitarias es aprender un arte y la música es un arte que me apasiona”, dijo María al iniciar la entrevista para Soynuevaprensadigital.com.

¿Cómo manejas el tiempo?

-Estudiar me gusta, cumplo con mis responsabilidades académicas. Cuando llegó de la universidad, la música me relaja después de un largo día de clases.

Ambas jóvenes dedican tiempo a los niños. María dirige la orquesta infantil, ella pidió apoyo a las autoridades gubernamentales, “este proyecto, no es sólo responsabilidad del Sistema Nacional de Orquesta, igual es obligación de la gobernación y alcaldía”.

¿Qué es lo que te preocupa?

-No es justo que los niños sean perjudicados por la falta de seguridad en esta zona. Hace poco se robaron 12 cuatro y otros instrumentos que donó el Sistema Nacional, le pido a aquellas personas que los compraron, devolverlos, tienen el sello de esta institución.

-Este proyecto que se ejecuta en la vía, muy pocas personas lo conocen. Pedimos toda la colaboración que sea necesaria al sector privado y público para seguir impulsando la orquesta.

-Tanto los profesores como los niños que integran la agrupación hacen un esfuerzo para enfrentar la falta de transporte, efectivo, alimentación, agua potable, un sinfín de necesidades en los caseríos de Pozo Verde.

La directora de la Orquesta Infantil, demanda al gobierno regional y local, un lugar agradable y acorde con sus necesidades. “La refracción que se le hizo al paredón de este sitio, fue un grupo de mis compañeros de clases que se trasladó hasta la sede para pintar con cal la cerca, no teníamos pintura”.

En cuanto al robo de los instrumentos, exhortó a representantes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que no dejen de hacer las pesquisas para recuperar lo robado, por el bien de todos los niños.

Para estudiantes de la Orquesta Sinfónica, profesores y miembros de la comunidad, es una prioridad el patrullaje por esta zona, para evitar los robos seguidos que ocurren en Pozo Verde.