Kabul, 13 oct (EFE).- La ofensiva de tres días de los talibanes contra la ciudad de Lashkargah, capital de la provincia meridional afgana de Helmand, ha dejado hasta el momento al menos 20.000 desplazados y un centenar de insurgentes muertos en los combates con las fuerzas de seguridad, que los han expulsado de algunas áreas.

«Todavía vemos gente llegar al centro de Lashkargah para salvar sus vidas desde las afueras y distritos adyacentes», afirmó a Efe el portavoz del gobernador de Helmand, Omar Zwak, que cifró en 20.000 los desplazados llegados en los últimos tres días de ofensiva.

El portavoz se mostró sin embargo optimista al asegurar que las fuerzas de seguridad «están avanzando» y haciendo retroceder a los talibanes en algunas áreas, causándoles al menos un centenar de bajas, 23 de ellos en un contraataque iniciado anoche.

Los posibles muertos y heridos entre las fuerzas de seguridad y los civiles aún no están claros, anotó.

«El avance de los talibanes se ha contenido en casi todas las áreas, y nuestras tropas terrestres y aéreas han estado ocupadas en contraatacar a los combatientes talibanes. Estamos tratando de recuperar las áreas restantes perdidas (…) durante los últimos días», explicó Zwak.

Por ahora, detalló, han recuperado al menos diez puestos de control que habían sido tomados por los insurgentes.

En Lashkargah, la mayoría de los servicios de telecomunicaciones y electricidad se han visto interrumpidos después de que los talibanes cortaran el suministro energético con el ataque a una central eléctrica a las afueras de la ciudad.

Además al menos dos trabajadores y 19 guardias de seguridad de la central fueron secuestrados por los talibanes, reveló en un comunicado el departamento de Electricidad de Helmand.

Este ha sido el primer ataque masivo de los talibanes contra una capital provincial desde la firma del histórico acuerdo con Estados Unidos en Doha el pasado febrero, en el que se pactó la retirada de las tropas estadounidenses en 14 meses.

En ese acuerdo los talibanes prometieron reducir la violencia y no atacar áreas urbanas, por lo que la ofensiva contra Lashkargah ha provocado la condena de las autoridades militares de EEUU.

Los talibanes, sin embargo, en una de las pocas referencias que han hecho durante los últimos días a la ofensiva en Helmand, aseguraron que lo único que hacen es tratar de recuperar áreas usurpadas en «operaciones de los enemigos pocos meses atrás», según escribió en Twitter su principal portavoz, Zabihullah Mujahid.

Esta ofensiva se produce además en medio de las conversaciones de paz iniciadas el 12 de septiembre en Doha entre los insurgentes y el Gobierno afgano y otros representantes de la sociedad civil, para tratar de poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.

 

EFE

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