Jonás Solano
Ciudad Guayana.- Este miércoles 5 de junio, la selección de Venezuela medirá fuerzas frente a México en el Mercedes-Benz Stadium, un partido que servirá como prueba de reconocimiento del nivel competitivo de cara a la Copa América que ya está a la vuelta de la esquina.
Los dirigidos por Rafael Dudamel dejaron buenas sensaciones tras su empate frente a Ecuador, el pasado domingo en el Hard Rock Stadium de Miami, encuentro en el que la vinotinto dio señales de tener controlado el juego de principio a fin.
Ahora, la selección nacional buscará obrar de la misma manera cuando tenga en frente al conjunto mexicano en territorio ajeno.
Sensaciones
Dudamel quiso dar contra Ecuador prioridad a los minutos de juego ofrecidos a los jugadores que estuvieron en la convocatoria para el crucial certamen.
Incluso, se dio el lujo de hacer debutar a tres nuevos integrantes de la selección, como es el caso de Samuel Sosa, Erickson Gallardo y Bernaldo Manzano, quienes entran en la amplia lista de jugadores en vestir nuestra vinotinto, que ya suma 436 en su historia.
Avivar las aspiraciones
Caso diferente se espera contra “El Tri”.
A la expectativa está el ingreso de los pesos pesados en el siguiente encuentro contra México, con el objetivo de llegar en forma a los exigentes partidos que se les avecinan.
Además, es necesario evaluar el nivel colectivo con el que llegarán al torneo continental y, en lo emocional, lograr una victoria que avive las esperanzas, tanto de aficionados como de jugadores.
Esto en cuanto a la actuación que puedan ofrecer los venezolanos en el torneo de máxima categoría cuya anfitrión, Brasil, vuelve a ser favorito.
Nuevos tiempos
El historial dicta que Venezuela nunca ha derrotado a México en partidos de selección absoluta (3 empates y 9 derrotas).
Por ello, una victoria este miércoles en Atlanta, evidenciaría que los tiempos han cambiado para una vinotinto que, con el pasar de los años, rejuvenece su camada de jugadores y se encuentra cada vez más preparada ante cualquier reto.
Una victoria le daría un gran empujón anímico a una selección ya, de por sí, motivada.
Recordemos que vienen de un empate sin problemas frente a Ecuador y de una segunda victoria en su historia contra Argentina, un panorama que en el pasado era imposible de ver y creer.
De seguir este rumbo, la selección de Venezuela no solo vería con buenos ojos el gran potencial y desempeño a mostrar en la siguiente Copa América, sino que también daría un buen presagio de lo que sería por fin culminar lo que ha sido por años su mayor obsesión, la clasificación mundialista.
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