Sudamérica. Cinco estadios con historia, muy temidos por las condiciones difíciles que con sus tribunas colmadas plantean a los equipos visitantes, han quedado a punto para la primera jornada de unas eliminatorias mundialistas que llegan con siete meses de retraso por culpa de la pandemia de la COVID-19.
Además de las rigurosas medidas de bioseguridad, otra de las raras experiencias para los jugadores de las diez países sudamericanos será describir cómo jugar a puerta cerrada en los estadios Defensores del Chaco, Centenario, la Bombonera, Metropolitano y Arena Corinthians, rebautizado hace poco como Neo Química Arena de Sao Paulo.
El Defensores del Chaco, el emblemático y centenario estadio de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), situado en el barrio asunceno de Sajonia, acogerá el debut de la Albirroja y Perú, tras una remodelación que incluyó la renovación total de la lumínica.
El coliseo, con un aforo de 42.000 espectadores, estuvo cerrado por ocho meses, tras la celebración de la final de la Copa Paraguay, entre Guaraní y Libertad, y luego pasó por trabajos de empastado y remodelación en las tribunas, los vestuarios, los accesos y las cabinas de prensa.
Se trata del segundo estadio de Sudamérica que más partidos ha albergado de la Copa Libertadores, tras el Centenario de Montevideo, con 350.
Para el partido entre Uruguay y Chile, el césped del estadio Centenario se encuentra en inmejorables condiciones, en parte debido al prolongado parón sufrido por el fútbol en ese país.
Por el momento, las líneas del campo no están pintadas y eso se hará el miércoles por la noche, informaron fuentes de la comisión que administra el principal escenario deportivo de Uruguay.
Respecto de la última eliminatoria, la de Rusia 2018, el principal cambio ahora fue la remodelación del vestuario local, que ya fue estrenado en el torneo local.
Boca Juniors aprovechó la suspensión del fútbol por la pandemia del coronavirus para reparar varias áreas de la Bombonera y acondicionar el césped, que está en perfectas condiciones tras la disputa de solo un partido en los últimos seis meses.
Los asientos celestes de las gradas bajas fueron removidos y reemplazados por unos nuevos azules para que el Alberto J. Armando tenga los mismos colores que la camiseta y el escudo del Xeneize.
En la Bombonera se citarán este jueves Argentina y Ecuador, en cuyo banquillo se estrena Gustavo Alfaro, el entrenador que hasta 2019 dirigió al Boca Juniors.
A pesar de las circunstancias, el nuevo seleccionador de la Tri manifestó que le hubiera gustar con las tribunas llenas porque, a su juicio, esa condición plantea un desafío extremo para medir la personalidad y madurez del visitante.
Para otro técnico argentino, por contra, el seleccionador sub’20 de Ecuador, Jorge Célico, los visitantes pueden encontrarse con una interesante ventaja.
«Jugar en La Bombonera, sin público, creo que termina siendo un pequeño plus que pueda tener la selección del Ecuador porque, sinceramente, a mí me ha tocado estar, jugar y dirigir en ese estadio lleno, y realmente aturde. Si uno no está equilibrado desde el punto de vista psicológico, puede jugar un mal paso», dijo a Efe.
El estadio Roberto Meléndez, de Barranquilla, inaugurado en mayo de 1986, se tornó poco después en la casa de la selección colombiana y jugando allí se sellaron las clasificaciones a los mundiales de Italia’90, Estados Unidos’94, Francia’98, Brasil 2014 y Rusia 2018.
El estadio recibió en este tiempo remodelaciones y adecuaciones internas y externas por 20.000 millones de pesos (unos 5,1 millones de dólares), dijo a Efe el secretario de Recreación y Deportes de Barranquilla, Gabriel Berdugo.
El cambio de césped «lo hicimos en 70 días», dijo Berdugo, quien recordó que el tapete verde se estrenó en el primer partido de Copa Libertadores que el Junior ganó por 4-1 al Independiente del Valle.
La Selección colombiana tendrá a disposición un camerino diseñado según las especificaciones de Queiroz en las que priman aspectos como amplitud y comodidad para los jugadores.
El Neo Química Arena de Sao Paulo será el escenario del debut de Brasil en las eliminatorias suramericanas ante Bolivia el 9 de octubre.
Inaugurado en 2014 y con capacidad para 48.234 espectadores, el estadio del Corinthians tendrá pocos días para organizar el partido de la selección, pues el miércoles será escenario de uno de los clásicos paulistas en el ‘Brasileirao’.
Corinthians y Santos se enfrentarán en el popularmente conocido como Itaquerão, en un encuentro que abrirá la decimocuarta jornada del Campeonato Brasileño.
Ese compromiso también se jugará sin público en las gradas.
La casa del Corinthians, sede del Mundial de 2014, adoptó una nueva denominación el mes pasado tras firmar un acuerdo con la farmacéutica Neo Química, que pagará 300 millones de reales (unos 54 millones de dólares) por dar su nombre al estadio durante los próximos 20 años.
EFE noticias
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