Minnesota Timberwolves remontaron una desventaja de 20 puntos este domingo, ganaron en Denver por 98-90 a los Nuggets, campeones de la NBA, y avanzaron a las finales de la Conferencia Oeste.

Los Wolves alcanzaron sus primeras finales de conferencia en 20 años y las segundas en su historia.

En 2004 era el equipo de Kevin Garnett. Ahora es el de Anthony Edwards y del dominicano Karl Anthony Towns, que se enfrentará a partir de este miércoles a los Dallas Mavericks del esloveno Luka Doncic, que eliminaron a los Oklahoma City Thunder, primeros cabezas de serie.

Los Nuggets, que el año pasado conquistaron el primer anillo de su historia, se despiden de los ‘playoffs’ tras desperdiciar una ventaja de 58-38 al comienzo del tercer cuarto, pese a 34 puntos, 19 rebotes y siete asistencias del serbio Nikola Jokic.

Abajo 15 puntos al descanso, los Wolves obraron la mejor remontada de siempre en un séptimo partido de una serie de ‘playoffs’. Mejoraron la marca lograda por última vez por los Golden State Warriors, cuando se repusieron tras un -11 al descanso.

Towns marcó la diferencia

El dominicano Karl Anthony Towns marcó la diferencia en Denver con un doble doble de veintitrés puntos y doce rebotes, a los que añadió dos asistencias, dos robos y un tapón.

Le apoyaron Jaden McDaniels con veintitrés puntos en una noche en la que Anthony Edwards sufrió para encontrar ritmo, pero acabó al alza con 16 puntos, ocho rebotes y siete asistencias.

«No encontraba mi ritmo, tuve que confiar en mis compañeros y ellos convirtieron. Hay que felicitarlos», dijo Edwards al acabar el partido de Denver.

El francés Rudy Gobert aportó tres puntos y nueve rebotes con siete de nueve desde la línea de libre. Su efectividad fue importante para los Wolves para frenar el intento de reacciónn de los Nuggets.

Demostraron carácter los Wolves, que sufrieron mucho ante un Jokic que ya lucía un doble doble al descanso con los Nuggets arriba quince puntos. Jamal Murray metió 24 en dos cuartos y parecía dejar encarrilado el triunfo de los campeones.

La ventaja alcanzó el 58-38 al principio del tercer período, pero los Wolves reaccionaron con una demoledora segunda mitad de 60-37 que les entregó el billete para las finales del Oeste.

Sellaron la victoria los Wolves

Los Wolves sellaron un parcial de 19-3 ante unos Nuggets que metieron un solo tiro de campo en trece intentos. Ese parcial se incrementó a un 28-9 con un triple de Edwards que redujo el margen a un punto en el 76-66 para entrar en el último cuarto.

No dejaron de acelerar los Wolves ante unos Nuggets en los que Jokic jugó todos los minutos de la segunda mitad. El serbio, muy cansado, conectó su primer triple tras siete intentos fallidos.

Y los Wolves, con un Towns decisivo en los dos lados de la pista, con una gran defensa ante Jokic, pudieron blindar su pase a las segundas finales de conferencia de su historia.

En el Este, las finales de conferencia las disputarán los Boston Celtics y los Indiana Pacers.

Pacers funden el motor de los Knicks

Con una incuestionable prueba de fuerza en el Madison Square Garden, los Indiana Pacers fundieron este domingo el motor de unos New York Knicks, lastrados por los problemas físicos, y los arrollaron 109-130 en el séptimo partido de las semifinales de conferencia para citarse con los Boston Celtics en las finales del Este de la NBA.

Se repitió la historia en Nueva York. Veintinueve años después, Knicks y Pacers volvieron a jugarse la vida en el cara o cruz de un séptimo partido de ‘playoffs’ en el Madison Square Garden y de nuevo Indiana avanzó.

El equipo local siempre había defendido su campo en esta serie. Hasta este domingo, cuando Tyrese Haliburton dirigió con 26 puntos y seis triples la gran actuación grupal de los Pacers.

Todo el quinteto titular de Rick Carlisle acabó con dobles dígitos. Pascal Siakam y Andrew Nembhard metieron 20 puntos cada uno, Aaron Nesmith firmó 19 y el pívot Myles Turner, 17. TJ McConnell aportó doce y siete asistencias saliendo del banquillo para unos Pacers que tuvieron un brillante 67 % de acierto en tiros de campo y un 54 % en triples.

Los Knicks, agotados

Los Knicks acabaron fundidos tras una temporada de enorme intensidad física y mental, en la que saborearon la idea de regresar a las finales del Este por primera vez desde 2000. Su líder, Jalen Brunson, el hombre que los llevó de la mano hasta este domingo, terminó retirándose por una fractura en una mano en el tercer cuarto.

Acabó su encuentro con 17 puntos y nueve asistencias, números por debajo del nivel estelar exhibido esta temporada. Josh Hart, recuperado a última hora tras un problema abdominal, lo dejó todo en el campo con diez puntos, ocho rebotes y cinco asistencias. OG Anunoby, que también jugó este partido arrastrando problemas físicos, solo pudo estar cuatro minutos en pista y metió cinco puntos.

En el banquillo, viendo a sus compañeros, estuvo Julius Randle, otro líder de los Knicks que acabó su temporada por un problema de hombro, al igual que Mitchell Robinson.

El líder anotador de los Knicks fue Donte DiVincenzo, con 39 puntos y nueve triples. Fue el último en rendirse y el Madison Square Garden le dedicó una sentida ovación. Alec Burks aportó 26 saliendo del banquillo.

Porcentajes estelares

Los Pacers sacudieron a los Knicks desde el primer momento con porcentajes estelares en tiros de campo que pusieron tierra de por medio de forma inmediata. Arrancaron con un 76.2 % de acierto y siete triples de nueve intentos que les abrieron el camino hacia una ventaja de quince puntos en el primer período, luego recortada a doce por los neoyorquinos.

Tyrese Haliburton, protagonista de ese empuje con catorce puntos y cuatro triples, no dejó de pisar el acelerador y los de Indiana no solo mantuvieron ese ritmo anotador, si no lo incrementaron en el segundo cuarto. Alcanzaron un extraordinario 80 % de acierto en tiros de campo y su margen alcanzó los 22 puntos en el 54-32.

Con Pascal Siakam inscrito en el festival, con quince puntos, los Pacers conectaron ocho de sus doce tiros de tres puntos. El Madison Square Garden buscaba razones de optimismo y Donte DiVincenzo llevó de la mano a unos Knicks aferrados al partido, que regresaron a los vestuarios reduciendo la desventaja a quince unidades.

Knicks se activaron

Madison Square Garden se reactivó en el tercer cuarto, cuando los Knicks sellaron un parcial de 12-0 que les permitió colocarse a tan solo siete puntos de los Pacers.

Los Knicks creyeron por momentos poder firmar una hazaña épica, pero tras un descomunal esfuerzo para remontar, llegó el cortocircuito.

Unos errores de concentración, como el saque de Hartenstein para Brunson que llevó al robo y al dos más uno de los Pacers, acabaron pasando factura a los Knicks.

Los Pacers sellaron un 8-0 que volvió a disparar su ventaja hasta los 18 puntos, un golpe del que los Knicks no pudieron levantarse.

Por si fuera poco, con 3.02 minutos por jugar en el tercer cuarto, Brunson se retiró con molestias en una mano y los exámenes a los que se sometió en los vestuarios detectaron una fractura.

Con el líder de su temporada KO, los Knicks vieron desvanecer el sueño de clasificarse a las finales del Este, que comenzarán este martes en el TD Garden de Boston entre Celtics y Pacers.

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