Berlín, Alemania. El sindicato del sector público alemán Verdi convocó este domingo una campaña de huelgas de advertencia, que se hará efectiva a partir del martes y que coinciden con el repunte de los contagios con la COVID-19.
El calendario de paros se concretará a principios de la próxima semana, indicó el presidente de Verdi, Frank Werneke. No se descarta que éstas afecten, ya desde el principio o de forma gradual, a las guarderías.
Verdi había advertido ya de su disposición a ir a la huelga en la apertura de las conversaciones, el pasado primero de septiembre. El sindicato reclama un aumento salarial del 4,8 %, lo que la patronal considera desorbitado.
Desde la patronal se recuerda que la situación de las arcas públicas y de los poderes locales era ya muy delicada, agravada ahora por las nuevas situaciones derivadas de la pandemia.
El sector agrupa tanto a personal de guarderías como al servicio de recogida de basuras, transporte público, aeropuertos y otros colectivos considerados esenciales.
Verdi exige el aumento del 4,8 % para un convenio por doce meses o un mínimo de 150 euros de incremento para los ingresos más bajos.
La Asociación de Empleadores Municipales (VKA) estima que un incremento salarial de este volumen representaría un gasto adicional de 6.000 millones de euros.
Desde Verdi argumenta que precisamente la pandemia ha obligado a los empleados del sector a trabajar en condiciones extremas y a acumular un volumen de horas extras que no se recuperarán.
Alemania registró ayer las más altas cifras de contagios desde mediados de abril, con 2.297 nuevas infecciones, según los datos del Instituto Robert Koch (RKI), competente en la materia en el país.
Este domingo el cómputo de nuevas infecciones diarias bajó a 1.345, aunque este descenso estadístico puede deberse a que el fin de semana no se actualizan los datos de todo el país, ya que en algunos «Länder» -estados federados- no transmiten los datos actualizados en domingo.
El cómputo acumulado de infecciones desde el principio de la pandemia se sitúa así en las 271.415 -de los cuales unos 240.000 son pacientes recuperados-, con 9.386 víctimas mortales.
Estas cifras están aún alejadas del pico máximo de infecciones en Alemania se registró entre finales de marzo y principios de abril, con más de 6.000 contagios diarios.
EFE noticias
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