Ciudad Guayana. Todo ocurrió en la trágica noche de un viernes 13 de 2015, en el que toda París vivió una serie de atentados mortales con más de 120 víctimas y 300 de diversa consideración. Todo empezó en las proximidades del Stade de France, en Saint Denis. Tres terroristas yihadistas se inmolaron haciendo explotar sus cinturones explosivos, dos cerca del estadio y otro en un McDonalds cercano a la zona.
Las explosiones se produjeron durante la primera mitad del partido. Según algunos de los asistentes al encuentro, dos de las explosiones se escucharon claramente desde el estadio, pero pensaron que se trataba de fuegos artificiales. De hecho, en la transmisión por televisión, en efecto, se escuchan las dos detonaciones, pero, parecen petardos fuertes. A pesar del impactante aviso, se disputaron los 90 minutos de juego, y no se comunicó a los asistentes nada de lo sucedido hasta el final del compromiso. Una decisión de las autoridades con el fin de evitar el pánico y el riesgo de una avalancha humana.
Aunque, poco después de la primera explosión, el presidente de la República de Francia para ese entonces, François Hollande, que se encontraba en el estadio, fue evacuado.
La situación de nerviosismo fue tal, que, al término del partido, con la gente sobre el terreno de juego, evacuando el estadio poco a poco, los alemanes dijeron que ellos no se movían del vestuario. Que se quedaban a dormir allí. No hubo manera de convencerles. Y es que mientras eso sucedía, París vivía una ola de ataques terroristas yihadistas terribles con ametrallamiento de gente en las terrazas, diversas explosiones y la masacre final en el teatro musical Le Bataclan.
Fueron seis ataques simultáneos al partido amistoso entre Francia y Alemania que pareció el detonante de todo lo que sucedió luego en las calles de París que se llenaron de sangre inocente.
Los ‘bleus’, en un acto solidario, se quedaron con ellos en los vestuarios a pasar la noche, hasta que, por la mañana, fueron trasladados al aeropuerto de Charles Degaulle, fuertemente escoltados, para regresar a territorio alemán.
Sin duda, alguien que recordará bien esa noche será el jugador del FC Barcelona, Antoine Griezmann, que aquella vez lo pasó fatal porque su hermana Maud, estaba en Le Bataclan y durante horas no pudieron contactar con ella. Finalmente, el padre logró hablar con su hija y tranquilizar a Antoine
Aquella noche, los ‘bleus’ jugaron un buen partido. Ganaron por 2-0, con goles de Olivier Giroud y de André-Pierre Gignac, uno en cada tiempo.
Posteriormente, una Comisión Parlamentaria dio a conocer su informe sobre los atentados de noviembre de 2015.
Su resumen es que fue inevitable, pero en cambio denuncia que hubo fallos importantes en la seguridad del estado, que las fuerzas policiales pudieron y debieron hacer más. Los familiares de las víctimas lo entienden así y se han preguntado públicamente como fue posible que un comando fuertemente armado recorriera media Europa sin ser detectado. El tema fue puesto en manos de abogados.
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