Hasta el ‘Cholo’ Simeone reconoció resignado en rueda de prensa que el gol encajado este martes en el Olímpico de Roma ante el Lazio (1-1), ese que rubricó el jugador más inesperado de la noche, fue un «golazo hermoso». Poco pudo hacer la defensa rojiblanca para frenar la carrera y evitar el testarazo de un torbellino vestido de amarillo que minutos antes había hecho con brillantez su principal trabajo, una parada salvadora a Correa que mantuvo vivo al combinado ‘biacoceleste’.
Ivan Provedel es un portero con alma de delantero, eso está claro. Lo que seguro no imaginó el día en el que cambió de área, el día que cambió los pies por las manos y que se enfundó una camiseta diferente a la del resto de sus compañeros de equipo, es que acabaría marcando un gol en la ‘Champions’ en lo que fue el regreso de su equipo a la máxima competición continental tras tres años de ausencia.
Pero la épica siempre se reserva un hueco para la Liga de Campeones y los aficionados ‘laziali’ disfrutaron de un episodio que, como el protagonista, tardarán el olvidar, si es que lo hacen. Porque además fue un hecho poco común en esta competición que solo ha visto cuatro porteros celebrar un gol y que llevaba sin ver un portero goleador desde 2010, cuando Vincent Enyeama anotó ante el Lyon.
Y en cuanto la incredulidad dejó de nublar la memoria, aparecieron en escena los recuerdos de una imagen ciertamente similar que sucedió hace poco más de tres años. El 7 de febrero de 2020, Provedel también se convirtió en el héroe de la noche al marcar el tanto del empate ante el Ascoli (2-2). De nuevo en el tiempo añadido, aunque en un escenario radicalemente diferente: en la segunda categoría del fútbol italiano y defendiendo los colores del Juve Stabia.
Por eso, por haber conocido ya la sensación de marcar como portero, la celebración de Provedel tras el histórico tanto ante el combinado español sorprendió por lo comedido teniendo en cuenta el alcance de la situación. Por eso y por que realmente no se lo creía: «Creo que todavía no me he dado cuenta», reconoció tras el duelo.
A sus 29 años, Provedel atesora dos goles como profesional. Una cifra más que notable para un portero. Pero hace no tanto, el italiano era uno de los delanteros con más gol de las categorías inferiores, llegando a marcar hasta 30 goles en la 2008-09 con el Pordenone. Esa fue su última temporada como ariete.
Tan solo dos años después llegó al filial del Udinese y, a partir de ahí, fue escalando hasta llegar en 2014 a la Serie B con el Perugia y en 2018 a la Serie A con el Empoli, aunque no se asentó en la máxima categoría hasta el 2020, cuando firmó por el Spezia. No fue hasta agosto de 2022 cuando llegó al Lazio, una temporada en la que acabó nominado a mejor portero de la campaña.
Un testarazo y un nombre, el suyo, que ya está en la historia del Lazio y de la Liga de Campeones. Un gol, además, con una curiosidad numérica pues el meta, nacido en 1994, anotó en el minuto 94:19 y porta el número 94 en la espalda.
«He estudiado a Immobile», dijo entre risas. En realidad no le hizo falta. Fue el único jugador que tuvo claro cómo moverse en el área cuando Luis Alberto levantó la cabeza. Inició la carrera y cabeceó como un nueve puro. Como pez en el agua. Porque Provedel es un portero con alma de delantero.
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