El estelar jardinero venezolano de los Bravos de Atlanta, Ronald Acuña Jr., se sometió a una serie de exámenes en la rodilla izquierda en Los Ángeles el lunes y “pasó todo”, según informó el mánager Brian Snitker la tarde del martes antes del encuentro contra los Azulejos en Toronto.
Tras la buena noticia, Acuña regresará al campamento de los Bravos en Florida para aumentar su nivel de resistencia y su puesta a tono antes de ir a una asignación de rehabilitación en las ligas menores.
La expectativa es que Acuña, quien sufrió un desgarre de ligamentos en la rodilla izquierda en mayo del año pasado, esté de vuelta en acción para la primera mitad de mayo.
Miguel Rojas imitó a sus compañeros lanzadores
Después de que un juego reñido ante los Cachorros se convirtiera en una paliza en las últimas entradas la noche del pasado sábado en el Dodger Stadium, nunca adivinarías quién subió al montículo para cerrar por los Dodgers en la octava y novena entradas de una derrota por 16-0. Ahí no estaban Roki Sasaki, quien había iniciado el juego con cinco sólidas entradas antes de que todo se descontrolara; ni Yoshinobu Yamamoto, un día después de su apertura dominante del viernes contra Chicago; ni la leyenda de la franquicia Clayton Kershaw, supuestamente en la lista de lesionados de 60 días.
Bueno, no: ninguno de esos lanzadores apareció —o reapareció— en el juego. Pero si estabas viendo las últimas dos entradas, podrías haberte confundido. Todo gracias al veterano infielder venezolano Miguel Rojas, quien decidió divertirse un poco con la situación. ¿Y por qué no hacerlo, si su equipo perdía por más de diez carreras?
Rojas, en la que fue su quinta presentación como lanzador en su carrera (todas con los Dodgers en las últimas tres temporadas), no sólo ayudó a preservar el bullpen del equipo, sino que también aportó algo de humor en lo que terminó siendo la derrota por blanqueada más abultada en casa en la historia de la franquicia.
“Supongo que un poco de ligereza en un juego así ciertamente ayuda”, comentó el manager Dave Roberts, según el reportero Eric Stephen de True Blue LA. “Demuestra que él observa los juegos. Pero que nos diera dos innings fue enorme para nosotros, y lo necesitábamos”.
Rojas imitó a su compañero Landon Knack, quien al lanzar de lado mantiene el guante a la altura del cinturón y se inclina hacia atrás antes de soltar la pelota. Recreó los movimientos de Yamamoto, agitando la bola dentro del guante y haciendo una ligera pausa en el windup —todo eso usando el guante azul número 18 de Yamamoto. Luego imitó el proceso previo al pitcheo de Kershaw: levantando ambas manos por encima de la cabeza antes de bajarlas. Y por último, copió el estilo de Sasaki, el novato sensación de los Dodgers, empezando con la rodilla trasera doblada y la pierna delantera extendida, para luego levantarla bien alto antes del envío.
“Ojalá pase por todo el cuerpo de lanzadores”, dijo entre risas Joe Davis, narrador de los Dodgers en SportsNet LA.
Rojas no llegó a tanto. Y después tuvo sus dudas sobre las imitaciones, aunque no por las reacciones de sus compañeros, que no paraban de reírse en la banca.
“Déjame decirte algo. Lo de Roki, es realmente incómodo lanzar así. No sé cómo puedo levantar la pierna de esa manera”, manifestó Rojas después del juego, según Stephen. “Creo que fue una mala decisión. Debí haberme quedado con la combinación de Yamamoto y Landon Knack”.
Rojas permitió cinco carreras limpias y siete hits en 2.0 entradas, elevando su efectividad de por vida a 10.50. Pero aunque el veterano de 12 temporadas en MLB no se gane un lugar en el Salón de la Fama como lanzador, al menos podrá decir —en caso de que Kershaw llegue algún día a Cooperstown— que lo interpretó en televisión.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!