En el 2019 comenzó a planificar viajar de Estado Unidos a Guatemala en su bicicleta, donde recorrió unos 5 mil kilómetros en tres meses. Desde allí comenzó su interés por ir de país en país en dos ruedas.

“Yo he trabajado y vivido en muchos países, hace varios años, estando en Guatemala, un gran amigo me comentó que había llegado de Panamá en moto, lo cual llamó mucho mi atención y él me ofreció su moto para que viajará hasta Estados Unidos, y yo dije que no me gustan las motos, pero sí las bicicletas, préstame tu bici y me voy, eso fue en enero y le dije, para marzo me voy, así que al acercarse la fecha, me pregunté si lo iba a hacer, así que no había excusa para no viajar y además algunos amigos me preguntaron si estaba listo y dije sí, sí, sí, pero no, (entre risas) lleve la bicicleta a revisión, unos detalles, lista la bicicleta, hice como un país en la bici y me gusto”.

“Yo había trabajado en varios hostales, siempre pasaban los cicloviajes y yo hablaba con ellos, esta gente debe ser súper hombre o están como locos, pero conversando con ellos me di cuenta que no estaban locos, todos eran cuerdos y trabajaban, solo que tenían la curiosidad y salieron a explorar y a dar rienda suelta a sus sueños y despertar sus curiosidades, recorrer el mundo en dos ruedas, yo les decía yo quiero hacerlo, quiero aventurar y viajar, así que más tarde comencé mi aventura”.

Martins, explicó en una entrevista radial que fue criado por sus abuelos, “mis abuelos me educaron con mucho amor, ellos no cortaron mis alas, siempre me apoyaron en todo, soy ingeniero en sistemas, trabajé mucho en eso, aunque no la ejercí por completo, es un tiempo de alentar los sueños y brindar el respaldo a sus pequeños, es importante para que haya mejores personas, si yo lo pude hacer, cualquiera lo puede hacer, los sueños se hacen realidad”.

Continuó contando su historia: “en el 2019 estaba en Estados Unidos con unos amigos, debía viajar a Guatemala y no quería ir ni en avión, menos en tren, y de repente se me ocurrió, me puedo ir en bicicleta, tenía una bicicleta de hierro que había comprado muy vieja, así que la lleve a reparar y la señora me preguntó que a dónde pensaba llegar con esa bicicleta y le comenté que si podía llegar a Tijuana iba a ser perfecto a lo que me respondió, estás loco, bueno sí, llegué a Guatemala y mande fotos y no me creían, pero sí, lo hice”, comentó Martins.

Desde Estados Unidos a Guatemala unos 5 mil kilómetros en tres meses y algo, de Guatemala a Panamá dos meses y algo, “hasta ahora en Venezuela, llevo unos 13 mil kilómetros aproximadamente”.

Respaldo de los ciclistas para cicloviajeros

“Cuando crucé México en el 2019, pude conocer que en ese país crearon un colectivo, los mexicanos se juntaron y formaron la Red de Apoyo Cicloviajero México (Racmx) quienes brindan comida, posada, seguridad y protección, a raíz de la muerte de par de turistas cicloviajero que habían sido asesinados en el 2018 en ese país, por lo que surge esta asociación bien grande que le dan un seguimiento a los ciclistas”, explicó.

“Cuando llegué por Tijuana, una chica me comentó de esta asociación, me inscribieron en una página, integrado en un grupo de WhatsApp,  y de verdad el respaldo fue maravilloso, estaban pendientes de mi durante el recorrido, hasta me acompañaban, de pueblo en pueblo estaban conmigo, siempre había gente esperando en los pueblos por donde pasaba, fue muy bonito, gracias de verdad”, manifestó el cicloviajero.

En Centroamérica no he tenido mucho apoyo, porque es chico, pero siempre aparecía alguien, y de alguna forma hubo cierto respaldo, los bomberos, la policía, incluso me refugié en  seminarios, conventos, iglesias. En Colombia pase muy bien, sin problemas ni nada”.

En Venezuela

Al llegar a Venezuela existen dos plataformas que ayudan al viajero en bicicleta: Warmshowers y Couchsurfing. “Llegar a Venezuela ha sido una experiencia increíble, un apoyo bien bonito, cuando crucé la frontera, el 29 de diciembre del 2022, ya me habían dicho que no podía cruzar y luego me dijeron que sí, creo que en realidad era para mí protección, intentaban evitar que me pasará algo malo, tengo como un mes en Venezuela y no he visto otro turista, aparte de Margarita, porque si me ocurre algo sería un incidente internacional y eso no conviene, por esto intentaban protegerme”, aseguró el cicloviajero.

 “Cuando ya estaba listo para entrar al país, alguien me dijo que no cruzará por La Guajira, no hagas eso, es muy peligroso, te van a quitar la bicicleta, lo cual no sucedió, porque voy en mi bici vestido de superman, con una capa enorme roja y eso rompe el hielo y es muy aceptable para la gente, así que voy saludando a todos, sin pasar desapercibido, a los niños les encanta, además todos me piden fotos, vestido de superman las personas son más amables”.

Ha recorrido Zulia, Falcón: Coro, Chichiriviche; entré a Valencia, Caracas, Maracay, Río Chico, Anzoátegui; Puerto Píritu, Barcelona, Puerto La Cruz; Nueva Esparta, Margarita, volví y pase por El Tigre, Ciudad Orinoco y Ciudad Bolívar.

“De todos me fascino Coro, aquí es muy bonito también, me encantó Ciudad Bolívar, me encantan las piedras, la orilla del río, soy de una isla y siempre necesito estar cerca del mar y me cautiva estar cerca del río, me fascina”.

“La idea es recorrer el continente americano, pasaré por Caroní, Upata, hasta llegar a Gran Sabana, donde pasaré muchos días, allí disfrutaré de los tepuyes y todo lo hermoso que es Venezuela y su gente, de allí iré a Brasil, que es un monstruo, donde pasaré un buen tiempo, y alcanzaré los carnavales, para bailar al ritmo de la Samba, que nos hace muy bien al alma”.

Muy rica la comida en Venezuela

“Me comí unas ricas arepas rellenas entrando al país, aun en frontera de Colombia, una venezolana prepara unas deliciosas arepas muy buen recibimiento en Venezuela”.

Degustó además el viajero de las ricas hallacas, porque llegó a Venezuela el 29 de diciembre, así que pudo disfrutar del menú navideño y degustar estas exquisiteces, la hallaca la comparó con los tamales, sin embargo hizo mención de un gusto y sabor rico y peculiar.

La meta es la Patagonia

La idea es recorrer el continente americano, Uruguay Tierra del Fuego, la Patagonia, ese es el punto más al sur y sería donde quiero llegar, una vez que llegue allí si tengo fuerzas y mis piernas me aguanten y no he caído ni estoy delgadito ni nada, entonces quisiera hacer el lado pacifico, subir por Chile subir por Perú Ecuador, y así hacer el lux completo de llegar otra vez a Bogotá”.

Invitó a los padres a no cortar las alas a sus hijos, porque dejarlos volar a veces trae ciertas tristezas, pero son más alegrías.

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