El anuncio del presidente Nicolás Maduro sobre el tema salarial este primero de mayo dejó a los trabajadores y los sindicatos completamente desencantados, no solo porque implica una bonificación indexada de la remuneración básica, sino porque los incrementos quedaron muy rezagados frente al mínimo de 100 dólares que pedían algunos sindicatos, mientras otros demandaban al menos 300.
¿Qué se anunció?
Llevar el cestaticket, que venía siendo un complemento no imputable a prestaciones sociales, de 45 bolívares -1,82 dólares al tipo de cambio oficial de este 1 de mayo- hasta el equivalente en bolívares de 40 dólares mensuales, un aumento de 2.098%, mientras que se estableció un «Bono de Guerra» cuyo monto equivalente en bolívares será de 20 dólares.
Hay que recordar que los pensionados solo reciben el salario mínimo nacional -130 bolívares mensuales- sin el cestaticket que se paga a los trabajadores activos, por lo que no queda claro si los jubilados se beneficiarán del nuevo esquema completamente.
La otra interrogante fundamental es qué pasa con las tablas salariales en la Administración Pública.
Al no moverse el ingreso mínimo, las tablas deberían quedar como están, al tiempo que los trabajadores al servicio del Estado recibirán los bonos anunciados por Maduro. Sin embargo, habrá que esperar la publicación del decreto para tener más claridad sobre los alcances de estos anuncios.
¿Cómo impacta el anuncio al sector privado?
En la práctica, habría una incidencia muy limitada, porque la remuneración promedio en la empresa privada oscila entre 140 y 150 dólares mensuales para los obreros y otros trabajadores no calificados.
Sin embargo, estos montos aprobados funcionan como un equivalente del salario mínimo, por lo que cualquier empresa con condiciones salariales inferiores a estos montos básicos, tendrá que ajustar, a partir de la entrada en vigencia de esta disposición presidencial.
¿Aumentará el salario mínimo?
Posiblemente no de la manera tradicional. En el esquema del dialogo tripartito entre Gobierno, organizaciones sindicales y gremios empresariales, existe una instancia técnica que está definiendo un método para ajustar las remuneraciones.
No hay indicios sobre cuándo se conocerá la propuesta, pero los técnicos ya se han reunido.
Igualmente, empresarios y sindicatos aparentemente están de acuerdo en hacer un aumento lineal del salario mínimo indexado bajo un régimen de «emergencia» que desaplique el régimen prestacional retroactivo.
El Ejecutivo acaba de dar el primer paso al sentar un precedente concreto.
¿Qué compra el nuevo esquema de remuneraciones?
La más reciente canasta alimentaria del Cendas-FVM se ubicó en 510,88 dólares al cierre de marzo. Hipotéticamente, los bonos anunciados por el presidente Nicolás Maduro cubren, en consecuencia, 11,74% del costo de esta cesta conformada por 60 productos.
El salario mínimo aún vigente solo puede comprar 1% de esta lista.
Obviamente, aunque un grupo de economistas coincide en que la variación de la inflación seguirá siendo inferior a 10% en abril; sin duda, el poder de compra de los bonos anunciados se debilitará.
Los precedentes
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro, presionado por una inflación alta y persistente, un mercado cambiario volátil y una situación fiscal compleja, si no apremiante, aparentemente no tenía otro remedio que sentar algunos precedentes importantes y que, en condiciones normales, tendrían costos políticos elevados.
El primero es asumir de manera oficial, aunque no formal, la dolarización salarial. Y que quede claro, el anuncio dejó de lado los eufemismos como indexar estas bonificaciones al petro o a otro tipo de cambio.
Igualmente, se estableció oficialmente un modelo de incrementos salariales no imputable a prestaciones sociales que, como principio, plantea un debate sobre si, en circunstancias complejas, otros agentes económicos podrían aplicar un esquema parecido en una relación laboral formalizada.
«Uno puede ser muy revolucionario, pero no se puede caer a coba (a mentiras)», dijo a la AFP Julio Manrique, empleado público a la salida de la marcha, a la que salieron miles de personas. El aumento «prácticamente es nulo, eso se va en pasaje», añadió este hombre que tiene una pequeña bodega en su casa para llegar a fin de mes.
«No te puedes comprar unos zapatos, no te puedes dar el lujo de comprar ropa».
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