Ana María y su marido han permanecido algo menos de una hora atrapados en el ascensor de su edificio, en el barrio madrileño de Palomeras Bajas, después de que el peor apagón eléctrico de la historia reciente de España haya dejado sin luz a toda la península Ibérica.
“He gritado como una desesperada, pero nadie me escuchaba”, ha asegurado cuando uno de los técnicos de Azor, una empresa de mantenimiento e instalación de ascensores en Madrid, ha logrado sacar a la pareja.
Ana María ha sido una de las primeras personas en ser rescatadas por técnicos de esta empresa, que hasta las tres de la tarde habían recibido “ciento y pico llamadas” de incidencias similares, según confirma un trabajador de la compañía. Como ella, cientos de personas han quedado retenidas en elevadores.
Todavía no existen cifras oficiales de cuántas personas han corrido la misma suerte. En Madrid, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha señalado en RNE que hay al menos “150 incidencias reportadas en ascensores”.
Hasta las cinco de la tarde, los bomberos han rescatado a 174 personas. “Mucho cuidado con abrirlos, por favor”, ha señalado, y ha pedido a los ciudadanos que acudan a las comisarías para informar si hay casos.
“Mantén la calma. Hay oxígeno”
Testimonios similares como el de Ana María se suceden en distintas ciudades españolas. El icónico ascensor Halo de Vigo, símbolo del gobierno local de Abel Caballero, ha dejado atrapados a los usuarios.
La enorme estructura futurista, que salva un desnivel de 50 metros entre calles, tiene dos cabinas con capacidad para 17 personas cada una. Muy cerca de este lugar, el vecino Sergio Fernández trata de abrir la puerta del ascensor de su edificio, con vecinos atrapados.
Ha seguido las indicaciones del 112 Galicia, que ha explicado por la red X que se trate de mantener la calma de las personas enclaustradas y se les explique que “el aire no se acaba”. “Mantén la calma. Hay oxígeno.
Avisa a través del botón de emergencia. Si el ascensor carece de este sistema, llama al 112″, señalaban como instrucciones en su tuit.
A Teresa, Pilar y Ángeles el apagón les ha pillado en el ascensor, en casa de una de ellas en Zaragoza. Han permanecido encerradas una hora hasta que una vecina las ha oído y ha conseguido contactar con los bomberos porque ellas no tenían cobertura. Finalmente, han sido rescatadas sanas y salvas. Hasta el momento, los servicios de emergencias de Aragón han comunicado 23 rescates.
Un grupo de seis personas, cinco estudiantes y una profesora, también han quedado atrapados durante dos horas en un ascensor en la Escuela de Diseño y Artes Visuales LCI de Barcelona. La campana de emergencia estaba fuera de servicio, por lo que han tenido que contactar con la gente de fuera a voces.
Algunos de los estudiantes atrapados han sufrido ataques de ansiedad debido a la claustrofobia y la falta de aire. “Me he puesto a llorar”, cuenta Clara.
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