Sídney (Australia).- Australia destinará 2.000 millones AUD (1.388 millones de dólares estadounidenses o 1.243 millones de euros) para la recuperación de las zonas afectadas por los incendios forestales, donde una tenue lluvia dio hoy una tregua para evaluar los daños tras un fin de semana «catastrófico».
El primer ministro, Scott Morrison, dijo que el dinero será gestionado durante los próximos dos años por una nueva agencia dedicada a ayudar en la reconstrucción de casas e infraestructuras dañadas por los fuegos que arden en el país desde septiembre.
«Se hará lo que haga falta, cueste lo que cueste», dijo Morrison en una rueda de prensa en Camberra tras reunirse con el comité de seguridad nacional de su gabinete para analizar la respuesta a unos fuegos que han causado 25 víctimas mortales, la mayoría de ellas desde la última semana del año.
El dirigente señaló que la partida presupuestaria es independiente de otras ayudas ya aprobadas y aclaró que se trata de un compromiso «inicial» que podrá incrementarse si es necesario y aumentan los daños.
«Nos centramos en el coste humano y el coste de reconstrucción de las vidas de la gente (…) para garantizar que hacemos todo lo posible, tan rápido como podemos, para ayudar a los esfuerzos de recuperación», añadió.
La medida sigue a la del despliegue de 3.000 reservistas y una partida de 20 millones AUD (13,8 millones de dólares estadounidenses o 12,4 millones de euros) para alquilar cuatro hidroaviones y otros medios aéreos que el primer ministro anunció el sábado, al final de una de las peores jornadas en esta oleada de incendios.
Morrison hizo el anuncio tras semanas de críticas por su falta de respuesta a los incendios, que se intensificaron el mes pasado tras irse de vacaciones a Hawaii sin avisar en plena crisis, y que le expusieron al rechazo de los vecinos de las zonas afectadas, que se negaron a darle la mano y le insultaron.
LA LLUVIA DA UNA BREVE TREGUA
Mientras tanto, las autoridades hacían recuento de los daños aprovechando el respiro proporcionado por la lluvia tras un complicado fin de semana con temperaturas rozando los 50 grados y antes de que la situación se complique de nuevo a finales de semana con los termómetros por encima de los 40.
En el estado de Nueva Gales del Sur, el más afectado por los incendios, los bomberos confirmaron la destrucción de unas 60 casas aunque prevén que la cifra sea de varios centenares en esta jurisdicción, donde se han registrado 19 de los muertos y una persona está desaparecida.
La Policía del estado confirmó este lunes que había hallado el cuerpo de la última víctima mortal en la Costa Sur de Nueva Gales del Sur, al hallar por la tarde un cuerpo en la propiedad calcinada de un hombre de 71 años que había desaparecido el pasado 31 de diciembre.
Aunque el cuerpo aún no ha sido identificado oficialmente, la policía cree que se trata del hombre desaparecido el último día del pasado año, según un comunicado oficial.
En Victoria, el gobierno estatal cifró en 200 las casas destruidas por las llamas este fin de semana, la mayoría de ellas en el municipio de East Gippsland, que incluye la localidad de Mallacoota, donde el humo impidió la evacuación por vía aérea de unas 300 personas cercadas desde hace días.
El humo también afecta a varias ciudades como Melbourne o Camberra, afectadas por la mala visibilidad y una pobre calidad del aire que han obligado a la capital australiana a cerrar las guarderías.
SOLIDARIDAD Y GLOBOS DE ORO
Los incendios, considerados entre los peores del siglo en Australia con casi seis millones de hectáreas calcinadas, dos veces la superficie de Bélgica, han llevado a países como Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Singapur o Francia a enviar bomberos, helicópteros y tropas.
Morrison dio las gracias a través de Twitter «a nuestros amigos internacionales por darnos su apoyo y ofrecer asistencia en este momento de necesidad», una ayuda a la que también se unieron países del Pacífico como Vanuatu o Papúa Nueva Guinea, que ofrecieron dinero y personal.
La solidaridad con Australia también se hizo sentir durante la ceremonia de los Globos de Oro, a la que el actor Russel Crowe justificó su ausencia por estar «protegiendo a su familia de los devastadores incendios» en el país oceánico.
«No se equivoquen, la tragedia que se desarrolla en Australia se debe al cambio climático», dijo Crowe en un comunicado leído por Jennifer Aniston tras ser galardonado por su papel en la miniserie «The Loudest Voice».
También se refirieron a los incendios Joaquin Phoenix o Cate Blanchett, quien presentaba uno de los premios, y dio las gracias a los bomberos voluntarios que «han estado en el centro de la lucha contra el desastre climático que afronta Australia».
Rocío Otoya EFE
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