Bogotá, Colombia. Un mundo que sea más justo, armónico y «en paz con la naturaleza», ese es el llamado que Aterciopelados hace en su nueva canción, «Más allá de la ventana», que recoge sonidos grabados durante la pandemia del coronavirus, asegura el bajista y cofundador de la banda colombiana, Héctor Buitrago.
«Se trata de enfocarnos en lo positivo y de co-crear, a través de la intención colectiva, un mundo más justo, más armónico, en paz con la naturaleza (…) Tenemos un desequilibrio en nuestra relación con la naturaleza», expresó Buitrago en una entrevista con Efe por Zoom.
La nueva canción de la banda bogotana, que ha ganado tres Grammy Latinos y tiene una trayectoria de casi 30 años, hace parte de la campaña «Sonidos desde tu ventana» del colectivo VozTerra, que lidera Buitrago, y el Museum for the United Nations – UN Live.
El bajista explica que es por ello que la canción, presentada este viernes y en la que participa el grupo de música andina Walka, tiene sonidos de la naturaleza que grabaron él y la vocalista, Andrea Echeverri, así como el líder de la banda mexicana Café Tacvba, Rubén Albarrán, desde las ventanas de sus casas.
«Es el canto de vida y de la esperanza, que a veces no lo oímos por las actividades humanas, el rumor de la ciudad, por los carros, los gritos. Pero en ese momento nos detuvimos y lo escuchamos. Yo escogí ruidos que fueran con la canción. Rubén me envió un audio y lo utilicé inmediatamente porque él vive en las afueras de México, en un ambiente campestre», detalla el productor y compositor de la nueva canción.
UN FUTURO MEJOR
Tanto Buitrago como Echeverri han estado relacionados a lo largo de su carrera con la defensa del medioambiente, la reivindicación de los derechos de las mujeres y la preservación de las culturas indígenas.
Es por ello que Buitrago afirma que pese a que muchas de las «visiones distópicas» del futuro sobre «pandemias, virus y catástrofes naturales» se están dando, se debe ver el lado positivo.
«Siempre estamos pensando en lo negativo, en que todo esto está mal. Pero (…) Si nosotros hemos hecho lo que hemos hecho (en daños al medioambiente), también tenemos las herramientas para hacerlo bien, incluso para remediar todo esto», expresa el músico, de 47 años.
El líder de Aterciopelados cree además que la tecnología puede ayudar a la humanidad a arreglar «todo el desorden que hemos hecho» en el medioambiente y recalca que «Más allá de la ventana» busca resaltar las acciones positivas e impulsar un cambio.
LOS SONIDOS DE LA MONTAÑA
Al estar encasillados dentro del «rock alternativo», Buitrago asegura que tienen la opción de «mezclar diferentes géneros» y a lo largo de su destacada carrera lo han hecho.
«No somos expertos en música del caribe, ni en música andina, por eso es que cuando queremos profundizar invitamos a músicos amigos para que nos ayuden con las sonoridades», explica.
En esta ocasión, los invitados fueron Marco Farinango y sus hermanos, que conforman la agrupación de música andina Walka y quienes ya les habían colaborado en el pasado en varias canciones.
«Nos han ayudado a poder transmitir ese mensaje de conexión con las montañas, con la naturaleza y con los Andes, porque la música andina tiene esa sonoridad que inmediatamente lo lleva a uno a la montaña, a los Andes, a conectarse con la naturaleza», destaca sobre la colaboración de Walka en «Más allá de la ventana».
REGRESO A LOS ESCENARIOS
El pasado 21 de noviembre Aterciopelados volvió a los escenarios y se presentó en un «Concierto Caravana», al que los asistentes llegaron en sus coches y se pudieron bajar de ellos para cantar junto al grupo temas reconocidos como «Bolero Falaz» o «Florecita rockera».
Buitrago señala que este es otro de los conciertos que «han sido extraños, diferentes» y a los que ha tenido que adaptarse la banda por la pandemia de la covid-19, que cambió toda la industria de la música.
«Hemos tenido que cantar vía streaming para las cámaras, sabiendo que la gente nos está viendo en sus casas; hemos tenido que tocar en teatros desocupados, que están grabando y que luego en unos días se va a hacer la transmisión, y luego fue llegar al autoconcierto. De alguna manera se ha ido avanzando en fases», expresa.
En este último espectáculo volvieron a estar en una tarima montada en el Parque Salitre Mágico, en Bogotá, compartiendo escenario con todo el grupo, una experiencia en la que los fanáticos se bajaron de los autos y desde allí los escucharon rockear.
«Tal vez hubiera sido más frío si la gente hubiera estado dentro de los carros como en algún momento pensamos. Por lo menos siento que fue pasar a otro nivel en el que hay más cercanía con el público (…) se alcanzaba a oír a la gente, que a pesar de estar lejos por los carros, se oía que había alegría de poder volver a estar en un concierto», concluye.
EFE noticias
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