Toneladas e basura en este lugar, abandonadas por los propios vecinos

Toda la comunidad de los sectores I y II de Gran Sabana, sitio mejor conocido como  “Las Casitas del Core 8”, parroquia Unare, Puerto Ordaz, “ha padecido por unos basureros improvisados que comenzaron a proliferar nuevamente desde hace un año y medio», denuncia Alirio Hernández, luchador social y fundador de este lugar. Según Hernández, el problema se agravó desde el último año de gestión del exgobernador Ángel Marcano, cuando dejaron de recoger la basura de manera sistemática.

El líder comunitario señala dos puntos críticos de acumulación: uno entre las manzanas 28 y 27, y otro entre las manzanas 3 y 5. «La quema de la basura se realiza diariamente y genera un humo equivalente a 1/8 del que sale cuando se quema la plantación de Uverito en fechas recientes», explica Hernández, destacando que el material incinerado incluye polipropileno, acetatos y desechos no biodegradables.

Las manzanas afectadas suman 115 viviendas, impactando directamente a 26 adultos y 63 menores de edad.

Enfermedades respiratorias

«Esta población ha desarrollado afecciones pulmonares, principalmente asma, sin antecedentes previos de esta enfermedad. La comunidad señala al humo como causante directo», afirma el vocero, reconociendo que aún no cuentan con estudios científicos que corroboren esta relación, pero subrayando el presentimiento colectivo basado en la coincidencia temporal.

Hernández critica duramente la inacción institucional; «ni la nueva gobernadora, ni el nuevo alcalde, ni el concejal repetido de la parroquia han escuchado a los habitantes. Pero lo más grave es que existen 7 consejos comunales con 7 líderes de calle que deberían solucionar estas problemáticas de insalubridad. Su accionar brilla por su ausencia”.

El fundador de Las Casitas del Core 8 hace un llamado urgente a las autoridades para restablecer el servicio de recolección de basura, clausurar los basureros improvisados y realizar evaluaciones médicas a la población afectada. «No podemos seguir viviendo envenenados en nuestro propio hogar», concluye Hernández.

Aguas negras

Los desechos sólidos que echan los propios vecinos, no es únicamente un problema que genera enfermedades, igualmente las aguas negras bajan por este sitio y se represa entre la basura, produciendo olores putrefactos.

Tanto en el sector I, como en el sector II, todas las bocas de visitas se hallan rebosadas y las aguas fecales corren por las calles dejando olores fétidos en su recorrido, además, destruyendo el asfalto de las calles.

También la maleza perjudica a los residentes de ambos sectores, en las horas nocturnas esta vía se convierte en boca de lobo, ya muchas personas han sido asaltadas por delincuentes que se esconden en el monte.

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