Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
Isaías 9:6 NVI
https://bible.com/bible/128/isa.9.6.NVI
Estamos ya muy cerca de mi fecha favorita del año, la Navidad. Para mí la Navidad es Jesucristo, y aunque estoy muy claro que Jesús no nació en diciembre, aprovecho ese tiempo para celebrar a mi Redentor junto a mis seres queridos, con la clara convicción de que es Jesucristo, el único camino al Padre, el que nos da salvación y vida eterna, y que alejados de Él nada podemos hacer.
Muchos quieren construir una Navidad sin Jesús lo cual es imposible. Cuando se acerca la noche buena nos damos cuenta qué hay demasiadas cosas vinculadas al comercio, a lo material, a lo superficial y a tradiciones que están muy lejos del verdadero significado de la Navidad.
El mensaje de la Navidad es un mensaje poderoso; lleno de esperanza y de vida. Jesús le dijo a quienes le seguían que no tenía donde recostar su cabeza, y el único lugar donde estaba su propósito fue en la Cruz. Él vino al mundo a morir en la cruz, en pago por todos nuestros pecados.
Él vino para establecer un puente, un nuevo camino a Dios, a fin de reconciliar con el Padre a todo aquel que reconoce su condición pecaminosa y cree en Él.
La Navidad no se trata de los regalos, no se trata de San Nicolás, no se trata de los fuegos artificiales, ni siquiera de juntarse en familia; la Navidad se trata de Jesús. Sin Jesús tendremos cualquier otra cosa, pero no hay Navidad.
Aprovechemos este tiempo para juntos en familia escudriñar la Escritura que es donde está la vida eterna, y donde se da testimonio de Jesucristo, en esta fecha especial conmemoremos al único y verdadero Dios, Jesucristo, nuestro verdadero sentido de la Navidad. ¡Jesucristo es el camino, la verdad, y la vida. ¡Gloria a Cristo el Rey de gloria!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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