Queridos hermanos, una vez más usemos la imaginación, vayamos ligeros de equipaje en este recorrido, vayamos como nos dice el Señor en Lucas 9, 3-5, y emprendamos este viaje…
Señores pasajeros, su aerolínea Alas Del Cielo anuncia su salida con destino al Reino de Dios (Mateo 6,33), por favor, embarcar por la puerta angosta 7, 13 según San Mateo, que es el mismo Señor, como leemos en San Juan 10, 7, donde dice que Jesucristo es la Puerta.
Estén preparados porque a la hora que menos piensan (Mateo 24, 44) despegamos…
Segunda llamada, Alas Del Cielo anuncia su salida con destino al Reino de Dios. Les recordamos que este es un vuelo especial como todos los que hacemos, y estamos en promoción…
De repente el reloj parece que ha llegado a su límite, y la voz del aeropuerto, vuelve a anunciar: Tercera y última llamada, Alas Del Cielo anuncia su salida con destino al Reino de Dios.
¡Atención! Alas Del Cielo anuncia su salida con destino al Reino de Dios…
Ya en pleno vuelo, una aeromoza toma la palabra:
Señores pasajeros, les habla María Magdelena, y en nombre de nuestro Capitán, Jesús de Nazaret, quien es Maestro para unos, Señor de muchos (Juan 13, 13), y el Salvador de todos (Mateo 16, 13-20; Juan 5, 24), junto a su tripulación les damos la más cordial bienvenida. Volaremos a una altitud de 70 veces 7 (Mateo 18, 21-35). A continuación, los hermanos, Martha, María y Lázaro les señalarán la ubicación de los diferentes equipos necesarios a utilizar.
Siguiendo el ejemplo de los hermanos de Betania, ajustarse el cinturón de la Fe, aunque sea como un granito de mostaza (Mateo 17, 20). Fe que, ciertamente, hay que pedir sea aumentada (Lucas 17, 5) y al mismo tiempo demostrada con las obras (Santiago 2, 14-26) aunque vaya en contra de todo pronóstico (Mateo 8, 5-13).
Encima de su asiento (egocentrismo) encontrarán la Humildad, virtud que deben practicar a ejemplo de nuestro Capitán, que es manso y humilde de corazón (Mateo 11, 29). Virtud que también echa por el suelo la envidia, la vanidad, las rivalidades y nos recuerda que para hacernos grandes e importantes al estilo del Carpintero de Nazaret, es indispensable servir a los demás (Marcos 10, 35-45).
En la parte frontal encontrarán un salvavidas por excelencia, conocido como la Eucaristía, después encontrarán el Rosario, también el perdón (Mateo 6, 12; Lucas 7, 47), y encontrarnos con Dios en el más insignificante (Mateo 25, 31-46).
Les recuerdo que la promoción de este vuelo es por el mes de diciembre, mes en que los gimnasios se vacían y las dietas se rompen. Esto es lo de menos, lo relevante, queridos pasajeros (discípulos) es que no se rompa su fe ni se vacíe el tanque de su esperanza, y que su familia se mantenga unida. Además, tengamos en cuenta que este mes celebramos el Nacimiento de nuestro Capitán, el Niño Dios, que ha hecho posible que la distancia entre Dios Padre y la humanidad se borrara para siempre. Con su Nacimiento, se unió el cielo con la tierra, lo humano con lo divino.
Como dice el Plan de Pastoral de la Diócesis de Ciudad Guayana, saluda a quien viaja contigo: seres queridos, amigos, hermanos en la fe, colegas, compañeros de trabajo, comunidad, personas que están bajo tu responsabilidad, y hazle saber que Dios las ama inmensamente. Que este mes en el que celebramos la Navidad, saboreemos con gusto la hallaca, el dulce de lechosa, el pan de jamón, la ensalada, el pernil, el ponche crema; nos alegre las luces, el árbol navideño y el pesebre, sin olvidar que el pesebre más importante es nuestro corazón, si el Niño Dios nace ahí, nacerá en los otros pesebres.
Que junto a María y José vivamos una Navidad con Cristo, y bajo la presencia del Espíritu Santo cantemos con alegría: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres… (Lucas 2, 14).
En nombre de nuestra Catedral San Juan Pablo II, la Catedral de todos, les deseamos buen viaje durante esta Navidad a través de su aerolínea preferida Alas Del Cielo.
Ánimo.
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