Moscú.-Chelsea dejó mucho más que el primer puesto del grupo al empatar ante el Zenit (3-3), en un partido en el que los rusos fueron mucho mejores durante los 90 minutos y dejaron en evidencia al campeón de Europa.
De esta forma, el campeón se clasificó para los octavos de final como segunda del Grupo H por detrás de la Juventus y se convierte en el auténtico «coco» de cara al sorteo del próximo lunes.
El equipo inglés no acaba de carburar esta temporada. Notó mucho la ausencia de varios titulares y únicamente apretó el acelerador en momentos puntuales. Lukaku no parece el mismo del Inter. Es un cuerpo extraño en el sistema de Tuchel.
Werner fue la estrella del partido. Marcó dos goles y asistió a Lukaku en el segundo. Pero el ruso Ozdóev con un impresionante volea desde fuera del área el descuento selló el empate definitivo.
De no ser por el español Kepa, que estuvo excepcional en varias ocasiones, el Zenit podía haberse llevado la victoria.
Las rotaciones eran inevitables. Thomas Tuchel eligió un once muy español con Kepa en la portería, Azpilicueta en la defensa y Saúl Ñíguez en el centro del campo. Además, también salieron de inicio jugadores poco habituales como Barkley o Sarr.
Pero si había alguna duda de que el equipo londinense estaba motivado para jugar a por la victoria, Saúl acabó con la intriga al encarar a Kerzhakov, que tuvo que emplearse a fondo para evitar el gol del exjugador del Atlético de Madrid.
Y pocos segundos después los ingleses abrieron el marcador. Tras un saque de esquina, el balón le llegó al segundo palo a Werner que no falló sobre la línea de gol. (min.2)
Fue un visto y no visto. Los rusos despertaron al cuarto de hora. Claudinho, la principal estrella del equipo de Gazprom, empezó a entrar en juego.
Antes de la media hora Malcom tuvo la oportunidad de igualar el marcador en dos contraataques de libro. En el primero se entretuvo y permitió que Saúl despejara el peligro.
En la segunda ocasión demostró por qué no triunfó en el Barcelona. Recibió un inmejorable pase de Claudinho, pero cuando tuvo que encarar a Kepa se le hizo de noche. Disparó con la derecha, pero el guardameta español intuyó sus intenciones y despejó el balón con su pierna izquierda.
Chelsea sufría sin los titulares habitual en el centro del campo, aunque en un contraataque Kerzhakov salvó un gol cantado al evitar con su cuerpo un remate a bocajarro de Mount.
No tuvo muchas opciones en ataque, pero Saúl estuvo muy comprometido en labores defensivas.
Tanto fue el cántaro a la fuente que los rusos igualaron el marcador. Fue un ataque en el que la defensa visitante no acertó a despejar el peligro.
El balón le llegó a Douglas Santos, que centró ante la llegada desde atrás del brasileño Claudinho, que cabeceó completamente solo ante el portero del Chelsea. Empate y vuelta a empezar. (min.38).
La defensa inglesa hacía aguas. Malcom se hizo perdonar con un magnífico pase entre líneas que dejó a Azmoun solo ante Kepa. Lo regateó y marcó el segundo gol. (min.41).
Dos minutos después el delantero iraní se plantó de nuevo solo ante la portería, pero esta vez Kepa despejó brillantemente con su mano izquierda.
La cara de Tuchel en el banquillo era un poema. En el descanso el Chelsea era segundo de grupo.
Como la Juventus ganaba por la mínima al Malmoe, los ingleses adelantaron líneas en el segundo tiempo.
Lukaku, que no había dado una a derechas en todo el partido, logró el tanto del empate al marcar a puerta vacía tras una magnífica asistencia al hueco de Barkley y un pase de gol de Werner. (min.62).
Pero ahí se acabó el asedio inglés. Los rusos volvieron embestir la portería de Kepa, que hizo la parada de la noche al reaccionar como un felino con un mano ante un remate de cabeza de Azmoun de arriba a abajo que llevaba marchamo de gol.
Los rusos, que jugarán la Liga Europa, querían lograr una victoria de prestigio. Les faltó malicia y calidad en ataque.
A falta de cinco minutos, Werner marcó el gol, que parecía de la victoria, tras una jugada colectiva de su equipo con un disparo raso tras pase de Pulisic que superó a Kerzhakov. (min.85).
Parecía la sentencia, pero en el descuento Ozdóev marcó un golazo al rematar de volea un balón despejado por la defensa que hizo inútil la estirada de Kepa, que rozó el balón con la yema de los dedos. (min.94).
El campeón hincó la rodilla en el descuento y sólo pudo ser segundo de grupo.
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