
China anunció este jueves que priorizará en 2026 la construcción de un «fuerte mercado doméstico» y la ampliación de la demanda interna, según las conclusiones de la Conferencia Central de Trabajo Económico, un importante foro anual donde las autoridades definen los objetivos económicos para el próximo año.
Encabezada por el presidente Xi Jinping, la reunión a puerta cerrada del miércoles y jueves estableció que se intensificarán las medidas para promover el consumo, incluyendo un plan para «elevar los ingresos de los hogares» y eliminar trabas que limitan el gasto con el fin de liberar el potencial del consumo de servicios, informó la agencia estatal Xinhua.
Aunque en este evento no se divulgan metas precisas sobre crecimiento, déficit, inflación o desempleo, estas se darán a conocer durante la Asamblea Nacional Popular en marzo próximo, una cita clave para el diseño del nuevo quinquenio económico.
El documento oficial señala que Pekín reforzará los ajustes anticíclicos y combinará el apoyo político con reformas estructurales, manteniendo una política monetaria orientada a un crecimiento estable y una recuperación moderada de los precios.
Se emplearán «flexible y eficientemente» herramientas como recortes en el coeficiente de reservas bancarias y en las tasas de interés para mantener una liquidez abundante, mientras se mantendrá «básicamente estable» el tipo de cambio del yuan.
El apoyo financiero se concentrará en la innovación tecnológica, las pequeñas y medianas empresas, y el impulso de la demanda interna. Al mismo tiempo, se exigirán disciplinas fiscales estrictas y un manejo austero de los recursos en organismos del Partido y del Gobierno, además de resolver problemas financieros en los gobiernos locales.
Pekín
Entre los desafíos prioritarios, la Conferencia mencionó la necesidad de frenar la «involución», que describe la competencia extrema y una debilitada demanda interna, así como abordar la crisis inmobiliaria que ha recrudecido en semanas recientes.
Pekín busca estabilizar el mercado inmobiliario, reducir inventarios, aumentar la oferta de vivienda asequible y promover un «nuevo modelo» para el desarrollo del sector.
A pesar de estos retos, el comunicado resalta que la economía china cuenta con bases sólidas para un crecimiento sostenible a largo plazo.
Este encuentro se da en un contexto marcado por una demanda interna débil, riesgos de deflación y la necesidad de estimular el consumo para mantener la segunda economía mundial en trayectoria positiva.
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