Ciudad Guayana. – En medio de la aplastante realidad que vive la población guayanesa, el comercio se ha visto seriamente afectado, las ventas han disminuido en un 50% lo cual es solo la punta del iceberg.
La pandemia del Covid-19 sigue tomando protagonismo en las exportaciones y ventas, no obstante, se hace hincapié en la línea de limitaciones para cada ciudadano.
En este sentido el señor Herme Díaz, comerciante en un puesto al frente del mercado Unare, manifestó: “A pesar de tener el pollo a Bs. 17.50 por kilo, las ventas han bajado portentosamente. De cincuenta pollos que vendía, actualmente solo veinte suelen comprar.”
Aseguró que hay infinidades de obstáculos por los cuales las ventas no logran alcanzar lo estipulado, la escasez de gasolina seguido de la pandemia, sin olvidar los altos precios de los productos. Díaz declaró el deber de limitarse a muchas cosas en su vida para sustentar moderadamente a su familia.
Por otro lado, los ciudadanos expresaron sus quejas por los exorbitantes precios como también lo arbitrario que resultó ser la pensión para ellos, pues no les genera amparo.
Gabriela Sosa, trabajadora con sueldo mínimo, compartió que su salario no alcanza veinte dólares, aun así, cada sueldo está lejos de cubrir la cesta alimenticia.
Sosa añadió “mi mamá recibe una pensión y con todo eso no puede comprar mucho, se logra ayudar es teniendo un pequeño negocio en casa para completar su alimento de la semana.”
Aunado a esto, el presupuesto de los guayaneses se agota con las espontáneas actualizaciones del monedero bolivariano. Sin importar cuantas repeticiones aleatorias se haga el pueblo sigue pidiendo un reparo en este incremento comercial.
Donna Fermín
Pasante
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