La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral leve y contagiosa frecuente en los niños pequeños. Los síntomas incluyen llagas en la boca y sarpullido en las manos y los pies. La causa más frecuente de la enfermedad de manos, pies y boca es el virus de Coxsackie.

No hay un tratamiento específico para esta afección. Lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas que padecen la enfermedad de manos, pies y boca puede ayudar a reducir el riesgo de que tu hijo contraiga esta infección.

Síntomas

La enfermedad de manos, pies y boca puede causar todos los síntomas siguientes, o solo algunos. Por ejemplo:

  • Fiebre.
  • Dolor de garganta.
  • Náuseas.
  • Lesiones dolorosas similares a ampollas en la lengua, las encías y la cara interna de las mejillas.
  • Sarpullido en las palmas de las manos, las plantas de los pies y los glúteos. El sarpullido no pica, pero a veces presenta ampollas. Según el tono de piel, el sarpullido puede ser de color rojo, blanco, gris o manifestarse únicamente con pequeños bultos.
  • Irritabilidad en bebés y niños pequeños.
  • Pérdida del apetito.
  • Enfermedad de manos, pies y boca en la mano

    La enfermedad de manos, pies y boca con frecuencia causa una erupción de lesiones dolorosas y similares a las ampollas en las palmas de las manos. Las erupciones aparecen de forma diferente según el tono de la piel.

    Cuándo consultar al médico

    La enfermedad de manos, pies y boca suele ser una enfermedad de poca importancia. Normalmente, solo provoca fiebre y síntomas leves durante unos días. Llama al proveedor de atención médica si tu hijo es menor de seis meses, tiene su sistema inmunitario debilitado o tiene llagas en la boca o dolor de garganta que le provoca dolor al beber líquidos. Llámalo también si los síntomas de tu hijo no mejoran luego de 10 días.

    Prevención

    Puedes reducir el riesgo de que tu hijo desarrolle una afección de manos, pies y boca de diversas maneras:

    • Lavarse las manos a menudo. Lávate las manos durante al menos 20 segundos. Asegúrate de lavar tus manos después de ir al baño o cambiar un pañal. Lávate las manos antes de preparar o comer alimentos, y después de limpiarte la nariz, toser o estornudar. Si no dispones de agua ni de jabón, utiliza un desinfectante de manos.
    • Enseña buenos hábitos de higiene. Enseña a tus hijos a lavarse las manos y ayúdalos a hacerlo con frecuencia. Enséñales a poner en práctica buenos hábitos de higiene en general. Explícales por qué conviene no ponerse los dedos, las manos u otros objetos en la boca.
    • Desinfecta las áreas comunes. Limpia las áreas y superficies de gran circulación primero con agua y jabón. Luego, aplica con una solución diluida de lejía y agua. Si te encuentras en un centro de cuidado infantil, sigue un cronograma estricto de limpieza y desinfección. Un virus puede sobrevivir varios días en las superficies de las áreas comunes, incluidos los picaportes, y en objetos de uso compartido, como los juguetes.
    • Evita el contacto cercano. Debido a que la enfermedad de manos, pies y boca es sumamente contagiosa, las personas enfermas deben limitar su exposición a otras personas mientras tengan síntomas. Mantén a los niños con la enfermedad de manos, pies y boca alejados del centro de cuidado infantil o de la escuela hasta que la fiebre desaparezca y las llagas en la boca se hayan curado. Si tienes la enfermedad, permanece en casa sin ir a trabajar.
 
 
 
 
 
 
 

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