El término «Covid persistente» se ha utilizado para describir la presencia de signos y síntomas que se desarrollan durante o después de una infección del Covid-19, que continúan durante unas 12 semanas o más y no se explican por un diagnóstico alternativo.
Estos síntomas incluye la fatiga, dificultad para respirar, debilidad, dolor muscular o articular, entre otros, además que estos repercuten en el rendimiento diario de la persona.
La fisioterapia puede ayudar en el tratamiento del «Covid persistente», mediante diferentes estrategias.
Una de ellas es el mejoramiento de la tolerancia al ejercicio mediante estiramientos, entrenamientos aeróbicos, fortalecimiento y de equilibrio.
Además, la fisioterapia respiratoria puede ayudar a fortalecer los músculos que nos ayudan a respirar y disminuye la fatiga y dificultad para respirar.
El objetivo de esta práctica es mejorar la calidad de vida y funcionalidad de la persona.
Es por ello, que la Dra. Dulce Flores Cano de la Universidad Autónoma de Guadalajara, recomienda algunas estrategias para ayudar a manejar y controlar la fatiga, cansancio y disnea. Entre ellas:
- Planificar las actividades que va a realizar y procurar no esforzarse demasiado.
- Dividir las tareas que parezcan difíciles en partes más pequeñas y alternar actividades más fáciles con más difíciles.
- Tomar descansos breves y frecuentes que son mejores que tomar pocos, pero más prolongados. Descansar antes de agotarse.
- No dejes de hacer cosas que te hagan cansarte de la respiración, ya que, si dejas de utilizar tus músculos, se debilitarán, y eso generará más dificultad para realizar actividades.
- Realizar actividad física es una excelente opción. Se debe tratar de aumentar gradualmente la cantidad de ejercicio que la persona hace. Se puede comenzar con caminatas cortas o hacer ejercicios de fuerza con poco peso y a partir de ahí ir aumentando tanto el tiempo, como la intensidad y las repeticiones.
Los ejercicios respiratorios de relajación pueden también ayudar a disminuir la sensación de dificultad para respirar y la fatiga.
Unos ejercicios muy sencillos, pero muy útiles, son los ejercicios de respiración diafragmática. Se realizan acostado boca arriba y las rodillas flexionadas dejando que la parte inferior de los pies descanse sobre la cama.
Después colocamos nuestras manos sobre nuestro abdomen, cerramos la boca e inhalamos por la nariz y llevamos el aire inhalado hacia el abdomen donde están nuestras manos. Debemos sentir como se eleva nuestro abdomen al realizar esto. Después sacamos el aire lentamente por la nariz
Las respiraciones deben ser profundas y se pueden repetir durante un minuto o más tiempo.
Si las molestias persisten y la persona considera que afectan mucho su calidad de vida y su funcionalidad en las actividades de la vida diaria, les recomendaría que acudieran con un Fisioterapeuta Respiratorio para valoración y tratamiento individualizado.
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