Madrid, España. La confección del nuevo calendario ciclista, en el que solo el Tour tiene las fechas reservadas (29 agosto-20 septiembre), ha dejado al aire el acomodo del resto de carreras en el plano de la temporada, entre ellas la Vuelta a España, con la duda del punto de salida, del recorte de etapas y de la posible coincidencia con el Giro en algunas jornadas.

En el caso de la Vuelta muchos aspectos están en el aire. La carrera tenía establecida la salida en Utrecht (Países Bajos) el 14 de agosto, y luego pasar por Francia y Portugal. Pero ahora esos planes podrán verse obligados al cambio.

Cor Jansen, director de marketing del gobierno de Utrecht, dijo que, en su particular opinión, «toca llorar y volver a empezar» en RTV Utrecht, y además explicó que no se deberían organizar grandes acontecimientos hasta que no llegue la vacuna contra el coronavirus que asegura la integridad de los participantes. Por lo que a él respecta, su punto de vista es «que no habrá Vuelta en Utrecht en noviembre».

Jansen abunda en que la Vuelta sería «un evento forzado en otoño e invierno y un desperdicio de inversión» que además «daría mala imagen ante el público en general que está sufriendo la incertidumbre y el aumento de la presión laboral mientras las empresas caen a diestro y siniestro».

Como la Vuelta a España saldrá de Burgos en 2021, Jansen propone trasladar a 2022 el comienzo de la ronda española y vincularla a una fiesta ciclista «soleada y relajada» al 900 aniversario de Utrecht.

Javier Guillén, director de la Vuelta, quien aclara que desde la organización de Utrecht no ha recibido ninguna comunicación que varié los planes iniciales, sigue negociando con la UCI para fijar el calendario definitivo.

En estos momentos la ronda española busca fechas exactas con la idea de aprovechar al máximo el mes de octubre y no entrar con la carrera en noviembre más de dos semanas. Desde la organización de la Vuelta se trata de salvar la prueba, en principio con su recorrido y duración habitual de tres semanas, pero se admite que las circunstancias podría obligar a alguna variación.

Entre los posibles cambios se consideran como «posibilidades reales» que algunas etapas pudieran coincidir con jornadas del Giro de Italia, el recorte a 18 días de competición o la salida de Irún si finamente se frustra la salida de los Países Bajos.

Lo que tiene claro la Vuelta es que la salud será el primer elemento a tener en cuenta «porque nadie está exento del coronavirus y los eventos podrían dejar de celebrarse». Aunque el problema se trata de evitar trasladando las carreras a partir de septiembre, se admite que serán las autoridades sanitarias quienes decidan.

EFE noticias

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