El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, anunció este jueves la retirada de todos los cargos por crímenes de guerra y lesa humanidad que había contra el exlíder de la milicia centroafricana Maxime Mokom Gawak, porque “ya no existen perspectivas razonables de condena” en el juicio.

En una notificación enviada a los jueces el pasado día 16, Khan explicó que, tras considerar la totalidad de las pruebas contra Mokom y “a la luz del cambio de circunstancias relativas a la disponibilidad de testigos”, se concluyó que “ya no existen perspectivas razonables de condena en el juicio, incluso si los cargos fueran confirmados”.

En un esfuerzo por convencer a los jueces de la necesidad de juzgar a Mokom y de que se cuenta con pruebas suficientes de su culpabilidad, el fiscal lo acusó el pasado agosto de organizar ataques en la República Centroafricana en 2013 y financiar a las milicias cristianas anti-Balaka, acumulando una veintena de cargos por crímenes de guerra y lesa humanidad.

Después de esa sesión, los jueces se retiraron a deliberar, normalmente durante unos dos meses, para determinar si confirman o no los cargos en contra de Mokom, pero Khan anunció hoy que retira todas las acusaciones, lo que conlleva su puesta en libertad.

“Debemos ser inquebrantables en nuestro compromiso de proceder únicamente con casos que presenten una perspectiva realista de condena. Mi oficina no escatimará en esfuerzos para garantizar que la viabilidad de los casos se evalúe constante y rigurosamente con respecto a las pruebas disponibles en todas las etapas del procedimiento”, aseguró Khan.

Pero no descartó “solicitar una nueva orden de arresto si se dispone de más pruebas en relación con los crímenes” cometidos en la República Centroafricana.

Por otro lado, se dirigió a las víctimas del caso y aplaudió la “valentía y resiliencia” de los supervivientes y sus familias, y les agradeció su cooperación durante el proceso.

“Espero que muchos comprendan mis responsabilidades legales y éticas de guiarme por la ley y la prueba. Espero que sepan que estoy convencido de que la decisión que he tomado es la correcta en este caso”, añadió.

Mokom, de 44 años, fue entregado a la CPI en marzo de 2022 por las autoridades de El Chad y ha sido acusado de homicidio, exterminio, deportación, persecución y desaparición forzada, así como de dirigir ataques contra población civil y contra instalaciones dedicadas a la ayuda humanitaria y de reclutar a niños soldado, entre otros delitos.

La CPI también está juzgando a otros dos líderes anti-Balaka, Alfred Yekatom y Patrice-Edouard Ngaïssona, por crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como a Mahamat Said Abdel Kani, antiguo alto cargo de la Seleka, quien negó el año pasado haber cometido crímenes cuando dirigía dos prisiones en Bangui entre abril y agosto de 2013.

Hoy en día, y a pesar de la firma de un histórico acuerdo de paz en febrero de 2019, dos tercios de la República Centroafricana -rica en diamantes, uranio y oro- están controladas por las milicias y el país se encuentra sumido en una grave crisis financiera, siendo uno de los más pobres del mundo. 

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