Nueva York, Estados Unidos.  El ex primera base Mark Hamilton, campeón de la Serie Mundial con los Cardenales de San Luis en el año 2011, se prepara para combatir de primera mano la pandemia del coronavirus desde su nueva condición de médico.

«Podría recibir la llamada mañana, de que debo empezar», dijo esta semana Hamilton.

Agregó que «he tenido un viaje increíble para convertirme en médico en los últimos cuatro años, y ni una sola vez pensé que me encontraría entrando al campo de trabajo en un momento como este».

El expelotero pasó la primera mitad de la temporada 2011 con los Cardenales, reemplazando al dominicano Albert Pujols varias veces e incluso consiguió un imparable ganador que ayudó a la novena de San Luis a viajar a la postemporada.

«La academia siempre fue importante para mí», dijo Hamilton. «Siempre sentí que iba a hacer esto».

Hamilton proviene de una familia que ha logrado el éxito dentro y fuera del campo.

Su hermano jugaba fútbol en la universidad, su hermana es una de las mejores jinetes y su abuelo fue una estrella del baloncesto en la NBA.

Mientras que su padre, Stanley, fue durante mucho tiempo jefe de patología y medicina de laboratorio en el MD Anderson Cancer Center en Houston. Actualmente ocupa el mismo puesto en el centro de City of Hope del sur de California.

Hamilton ayudó a Tulane a alcanzar la Serie Mundial Universitaria en 2005. Al año siguiente fue elegido en la segunda ronda por los Cardenales.

En septiembre de 2010 recibió la llamada a las mayores y conectó sus dos primeros imparables.

En 2011, con los Cardenales, se desempeñó principalmente como bateador emergente.

Pero el 4 de julio en el Busch Stadium, bateando por Chris Carpenter con dos outs y un corredor en la tercera, en la octava entrada de un juego sin carreras, pegó sencillo al cuadro frente al dominicano Johnny Cueto y dio a los Cardenales una victoria por 1-0 sobre los Rojos de Cincinnati.

En una semana Hamilton fue enviado de vuelta a Triple-A para siempre. Pasó partes de los tres años siguientes en las organizaciones de San Luis, los Medias Rojas de Boston y los Bravos de Atlanta.

Después de nueve temporadas profesionales productivas que incluyeron más de 100 cuadrangulares en las menores, fue dado de baja en julio de 2014, tres días antes de cumplir 30 años.

Ahora planea ingresar al campo de la radiología intervencionista. Pero antes de eso, su primer año como residente de medicina interna seguramente estará dominado por el brote del coronavirus, y manejará pacientes ingresados en el Centro Médico Judío de Long Island y el Hospital de la Universidad de North Shore en el sistema de Northwell Health.

También pasará semanas electivas en la Unidad de Cuidados Intensivos

«Tendré que involucrarme en esta crisis provocada por el coronavirus una vez que comience a ejercer», dijo y agregó que «me siento preparado para los retos que vengan en el campo de la medicina». EFE noticias

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