Madrid.- Opositores venezolanos mostraron este jueves en Madrid las «evidencias» fotográficas y audiovisuales presentadas a la Corte Penal Internacional (CPI) que prueban, según denunciaron, que el policía Óscar Pérez y seis miembros de su grupo, rebelados contra el presidente Nicolás Maduro, fueron «asesinados».
Los siete murieron en la llamada por la oposición «masacre de El Junquito» el 15 de enero de 2108, durante la intervención de un operativo policial contra ellos.
El material gráfico y varios informes fueron entregados el lunes pasado a la CPI, en La Haya, y el martes a Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, según explicaron en rueda de prensa en Madrid los diputados exiliados Wilmer Azuaje («expreso político») y Franco Casella.
«Le pido a la fiscal de La Haya que voltee los ojos hacia Venezuela, vamos a confiar en ella», enfatizó Azuaje.
En un vídeo proyectado por los opositores, Pérez dice a cámara durante la intervención policial: «Nos están disparando, nos vamos a entregar». También mostraron imágenes de cadáveres con varios disparos.
Las fotografías fueron tomadas por un «funcionario» de policía venezolano llamado «Cortés», que está dispuesto a declarar como «testigo» y que las entregó a el pasado 22 de febrero a Azuaje, según los opositores.
Casella, que evocó las imágenes del holocausto judío para no olvidar ni repetir «atrocidades», argumentó que Pérez y sus compañeros estaban entrenados para usar armas legalmente, pero decidieron «no hacerlo» a pesar de que su vida corría peligro, como «la mayor muestra de no violencia y de convivencia».
«Aquí enseñamos hechos de sangre», no es cuestión de derecha o izquierda, «sino de derechos humanos», pues «habiéndose rendido fueron acribillados» por una «dictadura», argumentó.
Casella aseguró que hubo «tiros de gracia». Sus subfusiles «no fueron disparados», sino que las fuerzas policiales «asesinaron» a dos «paramilitares» («funcionarios» según el Gobierno) para tratar de criminalizarlos.
Azuaje aseguró que les dieron tiros «a quemarropa» y los impactos demuestran que tenían una actitud «defensiva», es decir que trataban de protegerse con brazos y manos. También apuntaron que se «manipularon» pruebas y cadáveres en el inmueble donde ocurrieron los hechos.
Azuaje pidió que el mundo preste «atención» a Venezuela y que los gobiernos empujen «duro» y actúen contra «una organización criminal enquistada en Venezuela», en alusión al Ejecutivo de Maduro. Y aplicar «sanciones bien duras» porque muchos de esos dirigentes tienen su dinero «guardado» en Europa producto de la «corrupción».
«Si el mundo no presta atención, estamos condenados a morir todos», según este opositor.
Luis Armando Pérez, hermano de Óscar, hizo un «llamado al mundo» para que tome conciencia de que esos «criminales» se están expandiendo en América y Europa, un «virus» que está «asesinando a los venezolanos» y «hay que detener».
EFE
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