Ciudad Guayana.- Hildamari Suárez vive en el bloque 03 de Villa Central junto a su esposo Luis y sus perritos de nombres Hachi, Koko y Kuky, convivían de manera tranquila con sus vecinos sin saber lo que pronto iba a suceder.
Como era de costumbre, dos de sus mascotas salían al jardín a jugar y hacer sus necesidades, pero ese día jueves, algo cambió. Hachi y Koko encontraron restos de comida en alguna parte del jardín y los ingirieron sin saber que estaban contaminados con veneno de rata.
Por la cabeza de Hildamari nunca se cruzó la idea de que alguien con quien conviven tuviera la maldad para cometer ese tipo de acto, y menos en contra de unas mascotas inocentes. No fue hasta tres días después que los animales empezaron a mostrar los efectos del raticida.
“Fue desgarrador todo el sufrimiento que esa persona le causó a mis perros, oírlos llorar y quejarse hasta fallecer es algo que mi esposo y yo jamás podremos olvidar”, comenta.
El veneno de ratas empieza a hacer efecto tres días después de haberlo consumido, causando daños en el estómago y un sangrado que llega a ser fulminante, les explicó el veterinario Jesús Morales que trabaja en la Clínica Veterinaria Guayana (CLIVEGUA).
Hicieron hincapié en que su otra mascota Kuky se salvó de no correr con aquel destino cruel porque no tenía la misma costumbre de los otros dos de salir a corretear, sino que siempre está junto a ellos.
Hacen un llamado a las autoridades para que hagan cumplir las leyes de protección animal para que a la persona responsable de este acto lidie con las consecuencias de los actos que cometió.
Marian L. Resplandor
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