Un segundo caso de rapto es reportado en Ciudad Guayana en menos de tres días, sucesos que fueron perpetrados por desconocidos en vehículos de distintas características.
La estudiante de cuarto año del Colegio Maranatha ubicado en la urbanización Francisco Avendaño, mejor conocida como “Los Alacranes” en la parroquia Simón Bolívar, salió de su casa ubicada en La Unidad.
La adolescente se trasladaba al liceo cuando fue sometida por desconocidos armados, estos se desplazaban en un vehículo de color negro y con vidrios ahumados.
Al parecer, el suceso se inició en la avenida Libertador, en donde la sorprendieron y subieron a las fuerzas en el automóvil, luego de varias horas es liberada en Dalla Costa.
El rapto ocurrió en horas del mediodía del miércoles y es abandonada a las cuatro de la tarde, se desconoce que ocurrió en el lapso del secuestro.
Expertos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, se encargaron del caso y comenzaron las pesquisas preliminares.
Periodistas de Nueva Prensa Digital, se trasladaron hasta la sede del colegio, se entrevistaron con el director, el profesor afirmó sobre el rapto, sin embargo, desconocía de los hechos.
Primer caso
El primer caso sucedió en urbanización Río Yocoima, parroquia Unare, tres delincuentes en vehículo Centauro de color gris, portando armas de fuego, sometieron a dos jóvenes, una de 14 años y otra de 18 años.
La joven de 18 años, logró lazarse del auto en marcha, sufrió graves lesiones en distintas partes del cuerpo, mientras que la adolescente fue liberada en la avenida Guarapiche, cerca de Panadería Suprema.
Vecinos en una moto persiguió a los delincuentes, razón por la que liberaron a la adolescente.
Preocupación y alarma
Ambos sucesos encendieron las alarmas en Ciudad Guayana, existe preocupación en la calle, por dichos casos de raptos en menos de tres días.
Después de estos sucesos ninguna autoridad policial se ha pronunciado para calmar a la población.
Padres y representantes de niñas y adolescentes deben tomar las previsiones, acompañar a sus hijos a las escuelas, también buscarlos para evitar que llegue a ocurrir un hecho que lamentar.
No se sabe si se trata de un grupo de bandoleros que desea crear pánico en la ciudad, o si ambos casos aislados fueron para robar a las víctimas, o consumar otro hecho punible.
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